Tan sólo hace unas horas las autoridades chiítas acusaban directamente a Israel de perpetrar el atentado terrorista que mató a 90 personas ante la tumba del 'héroe' de la revolución islámica, Qasem Soleimani.
El presidente iraní anunciaba venganza contra los sionistas y ahora resulta que el Estado Islámico (ISIS, Daesh o como prefieran llamarlo) reivindica el atentado.
Fueron Rusia e Irán, no Occidente, quienes, con su apoyo a Siria y a Irán vencieron al Estado islámico, que nació tras la estúpida invasión de Irak por parte de George Bush y la aún más estúpida primavera árabe de Barack Obama, conocida como la primavera islámica.
En cualquier caso, decíamos ayer en Hispanidad que el atentado de Kermán parecía demasiado salvaje para el civilizado Israel, que prefiere matar directamente a sus enemigos y responsabilizarse de sus actos, tal y como hizo con la ejecución del número dos de Hamas en Líbano. Pero no asesina a una multitud de civiles inocentes. Y Estados Unidos, a pesar de lo gordos que me caen, tampoco.
Pues bien, ahora sabemos de la gradación de la bestialidad también debe preocuparnos. Es cierto que Israel está siendo inclemente en Gaza, pero responde a un feroz atentado terrorista y en cualquier caso, no busca la muerte de civiles, como busca el ISIS.
Y Washington tenia razón cuando atribuía el atentado al Estado Islámico... e Irán calumniaba a Israel cuando anunciaba venganza por el crimen sionista.