El premio Nobel de Economía se ha concedido a tres economistas, uno de ellos armenio, que lanzan un mensaje muy inteligible: la calidad económica de una institución pública depende de lo que respete la riqueza individual. Ahora piensen en la política de vivienda y de alquiler de Pedro Sánchez. Bueno, mejor no lo piensen mucho.
El Banco de España lo explica mejor que bien en su blog. Se le entiende todo, lo que, tratándose del Banco de España, créanme, merece un sonoro aplauso.
Kamer Daron Acemoglu (armenio, aunque oficialmente turco), Simon Johnson y James Robinson han recibido el Premio Nobel de Economía 2024 porque "la calidad de las instituciones potencia el crecimiento económico". Pero si lo quieren traducido, lo que pretenden esos académicos es reafirmar la idea de Ronald Reagan quien advertía contra las ocho palabras más temibles que el hombre libre puede escuchar: "Soy del Gobierno y he venido para ayudar".
En definitiva, el premio Nobel de Economia del presente año se ha dado a tres personas que piden más calidad institucional... para dejar que la iniciativa privada se desarrolle ya para dejar que la propiedad privada (PP), sobre todo la propiedad privada pequeña (PPP) se consolide.
Es decir, traducido al román paladino, el Nobel de Economía 2024 se ha otorgado a tres economista con este mensaje: ¡Gobierno, no incordies!