Un juez del Tribunal Supremo brasileño, cada día más controlado por Lula da Silva, como ha podido comprobarse con el caso Jair Bolsonaro, ha paralizado la red X, antes Twitter, de Elon Musk, apenas días después de que el francés Emmanuel 'Lolito' Macron secuestrara y encarcelara a Pavel Durov, el creador y propietario de Telegram.
Las casualidades existen pero las coincidencias no. En una semana, las dos únicas plataformas de Internet que se enfrentan a la ideología dominante -o que permiten que los ciudadanos se enfrenten-, la que marca el Nuevo Orden Mundial (NOM) han sido golpeadas. Son las plataformas, redes sociales, o mensajerías, donde no se censuran los contenidos que al poder no le interesan que se difundan.
Google y Facebook-WhatsApp, por ejemplo, colaboran activamente con el pensamiento único. Pero la nueva Twitter, la de Elon Musk y la Telegram del ruso Durov... a esos sí, a esos había que neutralizarlos. Y no excluyo la eliminación personal.