El Obispo de Solsona, Xavier Novell ha dejado su cargo porque se ha enamorado de una divorciada de un musulmán, dos hijos con el susodicho, y autora de novelas erótico-satánicas. A lo mejor son satánico-eróticas no lo sé, no he leído ninguna.
Su pareja es 14 años más joven que el obispo y “una persona que anhela vivir la vida al máximo, buscadora de emociones y sensaciones nuevas”. Esto es importante.
Está claro que a Novell no le gusta pasar inadvertido.
Por eso, Novell lo mismo apoyaba la independencia de Cataluña que se enfrentaba a las mujeres que entraban en la Iglesia con escaso textil y falta de respeto al lugar sagrado.
Los indepes catalanes le jaleaban y los homosexuales le insultaban por defender la doctrina de la Iglesia acerca de la sodomía.
Y esto servirá para el habitual pitorreo de unos y otros sobre el celibato, una de las joyas de la Iglesia, así como sobre el obispo indepe.
A mí me parece más grave la soledad de los sacerdotes. Y el remedio no es irse con una autora de novelas eróticas, anhelante de nuevas sensaciones, sino acompañar al cura. El primero que debe acompañarle es su obispo, cuya principal ocupación son sus acreedores y la infidelidad de todos ellos a su vocación.
Los laicos tienen un papel que jugar porque la labor del sacerdote es muy dura tan de palo como de zanahoria. Yo no conozco potro de tortura más duro que el confesionario.
La soledad es uno de los problemas de los sacerdotes. siempre atacados por el mundo. No les marginemos.
Y el principal deber de un obispo consiste en atender a sus sacerdotes. ¿Lo están haciendo? ¿O la crisis de la Iglesia nos ha llevado a unos obispos mas preocupados de premiar a sus sacerdotes y orillar a sus críticos que de preocuparse por todos ellos?
Por cierto, ¿lo de Novell es un escándalo? Sí, lo es.