La perversión más peligrosa es la del lenguaje. Ojo a los consejos de la OMS, resumidos por una agencia de comunicación (ver documento adjunto). En su progresismo sexual (¿acaso existe algún otro?), la Organización Mundial de la Salud (OMS) de nuestro querido amigo Tedros Adhanom ha vuelto a advertir contra determinadas prácticas de contacto sexual que pueden conllevar enfermedades. Hablo de lenguaje. En primer lugar, la OMS se refiere a tres clases de relaciones sexuales: anales, vaginales o anales. Esto es, la practica sexual de siempre, clasificada por la OMS como vaginal, viene anticipada -cuestión de jerarquía- por la práctica anal y, ojo al dato, por la bucal. Es decir, que una felación -vulgo mamada- constituye para la OMS una relación sexual.
En segundo lugar, la OMS recuerda, aunque con cierto pudor, que determinadas prácticas sexuales -o sea, fornicar con quien no debes- pueden acarrear enfermedades y entre ellas cita el sida. Hacía mucho tiempo que no se relacionaban determinadas prácticas sexuales con el sida.
Pero al plato aún le faltaba un hervor. Atención, la solución de la OMS para no contraer enfermedades de trasmisión sexual es acudir a la FIV. Es un poco cara, y está haciendo que los más aviesos representantes del capitalismo internacional y los médicos sin conciencias se forren a costa de “la experiencia” de la maternidad y el derecho a ser padres, que no es un derecho, en tal caso un deber.
Es más, una consultora de comunicación pagada por clínicas FIV nos recuerda que la reproducción asistida puede ayudar a “formar una familia en el caso de que las ETS (enfermedades de transmisión sexual) hayan invadido el campo.
Eso sí, lo que no dicen es que en la FIV, la clínica decide cuáles de tus hijos-embrión vive y cuáles mueren. Todo ello de cara al 4 de diciembre, Día Mundial de la Salud Sexual. Pero la salud sexual consiste en eso: No forniques con quien no debes.