A mí me cae simpático este chico, Óscar Puente, ministro de Transportes del Reino de España. Me recuerda a Gila: asegura Puente que Javier Milei, presidente argentino elegido directamente por el pueblo como el más votado, no como Pedro Sánchez, que no fue el más votado, exagera... y total, por decirle que toma sustancias para dar a entender que es un drogadicto se le echan encima y le piden la dimisión.
No sólo eso: además, provoca que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se vea obligado -pobre hombre- a hablar de Argentina como "país hermano" algo que nunca haría un buen progresista.
Pero a lo que estamos: Óscar Puente considera que los argentinos se enfadan por nada y que el PP sobreactúa. O sea, que el culpable de que le haya llamado drogadicto al presidente argentino es el PP. De hecho, él es de lo más inocente. Además, estos argentinos son muy exagerados. Lo que le dijo mi madre: si no sabe aguantar una broma márchese del pueblo. Total, porque le habían matado al hijo...