El pasado día 30 de noviembre La Razón publicaba un artículo en el que decía que algunos creen que el fin del mundo llegará en 2025. Otros medios se han hecho eco de noticias similares en los últimos tiempos a costa de asteroides y otras cosas en 2027, 2029, etc. Sin embargo, todas estas predicciones son erróneas. El fin del mundo, entendido como el final de nuestra historia, no corresponde con las profecías de nuestros tiempos. Lo que se anuncia es el fin de "estos tiempos", también llamados "los últimos tiempos", como vamos a tratar de resumir a continuación a través de cinco argumentos que muestran claramente que el juicio de las naciones no es lo mismo que el juicio universal que tendrá lugar al final del mundo:
1. El Antiguo Testamento y los castigos profetizados. En el Antiguo Testamento se mencionan castigos que traerán una gran devastación al mundo, de la cual sólo un resto sobrevivirá el resto fiel. Muchas son las citas bíblicas al respecto y se refieren a un momento conocido como el juicio de las naciones o al "día del Señor", y no al juicio universal.
2. La profecía de las 70 semanas de Daniel. Según el profeta Daniel, las 70 semanas están decretadas para la instauración del Reino. Este reino no puede ser el reino de los cielos, abierto desde la resurrección de Cristo para quienes alcanzan la salvación. Por lo tanto, el reino de Daniel no es el celestial, sino un reino que se verificará en este mundo, donde habrá un solo pastor y un solo rebaño.
3. Lo que dice Jesús en el evangelio Jesús habló de una gran tribulación, como nunca antes ha habido desde el diluvio ni volverá a haber. Este "nunca volverá a haber" sugiere que tras esta tribulación quedará un tramo de la historia, del mismo modo que lo sugiere algo que también dijo Jesús en el discurso escatológico “pedid que podáis escapar de todo lo que está por suceder”, frase que sólo tiene sentido si efectivamente sobrevive un resto fiel. Lo mismo pasa con el “venga a nosotros tu reino”, petición que nos enseño el propio Jesús, quien no enseña cosas ni imposibles ni sin sentido. Si pedimos la venida del reino es porque debe verificarse.
4. El Apocalipsis y la visión de los Santos Padres. En los primeros siglos, los Santos Padres interpretaron que el Apocalipsis describe un período de mil años (el milenio) tras los eventos narrados en los capítulos 3 y 20. Este período, mencionado entre los capítulos 20 y 21, será un tiempo de paz y justicia antes del final definitivo de la historia, que se cerrará con el juicio universal. El problema de muchos es que son herederos de una interpretación muy tardía, de tiempos de San Jerónimo, que sostiene que el juicio de las naciones y el juicio universal es lo mismo y no habrá nada parecido a los mil años del apocalipsis.
5. Las apariciones marianas. En las apariciones de la Virgen en Fátima, se habla del triunfo de su Inmaculado Corazón: "Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará". En Garabandal, se mencionan un aviso, un milagro y un castigo.Otras apariciones también hacen referencia a castigos, similares a los profetizados en el Antiguo Testamento, que apuntan a un tiempo nuevo donde se cumplirán las promesas bíblicas.
Opinión
Pablo Benavides, autor de 'Señales del Fin', aclara algunas confusiones sobre el fin del mundo
¿Se acaba el mundo en 2025? Lo mejor, leer el Evangelio.
02/12/24 10:01
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