El Papa Francisco ha dicho, nada menos, que la ideología de género (y él sí habla de "ideología") es "el peor peligro de nuestro tiempo". Y por si alguien no lo tenía claro, ha aclarado que habla de que el varón es varón y la mujer, mujer que ambos son espléndidamente únicos, espléndidamente distintos y espléndidamente complementarios y que "eliminar ls diferencias entre hombre y mujer es eliminar a la humanidad". Nada menos. 

Lo leo en la estupenda agencia católica argentina AICA, pero lo he visto en pocos medios más. El asunto tiene su enjundia, porque el Papa no ha hecho una crítica tibia a la puñetera e idiota ideología de género: lo que ha dicho es que es lo peor a los que nos enfrentamos hoy. Y eso resulta extraordinariamente periodístico: ¿o no?

Y es que los clericales conservadores no están dispuestos a decir mucho bueno del Papa Francisco y los clericales progresistas callan todo aquel discurso, o intervención papal que no encaja en la imagen que propagan de "su" Papa progre. Como lo que acaba de soltar Francisco, no encaja en su previa deformación, pues se callan y a correr.

Por cierto, no hay que ser clerical conservador o clerical progre. Ninguno de los dos: lo que no hay que ser es clerical.

Sí, el Papa Francisco el progre dice que la ideología de género es lo peor que nos ocurre. Y conviene recordarlo.