No es la primera vez que dejo claro que José María Triper es uno de los mejores periodistas económicos españoles, además de buen poeta. Sí, ambas cosas son más que compatibles, no se crean. Su último artículo en El Economista, titulado El ala oeste de la corrupción, no puede pasarse por alto. Su lectura es obligatoria, lo exige la imperiosa necesidad de ecuanimidad que todos precisamos.
Triper realiza una crítica muy dura a Pablo Casado y a su equipo... por estúpidos. En lugar de dedicarse a denunciar los casos de corrupción del adversario se dedicaron a buscarle las cosquillas a su compañera, Isabel Díaz Ayuso.
Consiste el artículo de Triper en una somero -faltan algunos- repaso a los casos de corrupción del PSOE, de los que ni tan siquiera se habla en la prensa o en los pasillos del Congreso.
Lo que ocurre es que cuando el corrupto es socialista o podemita la mayoría de los medios ignoran, con silencio cobarde, cualquier tipo de imputación judicial, política o periodística. Mientras que si el escándalo es del PP...
La izquierda ultra, -ultraprogre- se ha convertido en lo políticamente correcto
Conclusión, aunque a hasta muchos bienpensados les parezca extraño, resulta que el partido más corrupto de España es el PSOE, seguido por sus socios de Podemos, esos que aseguran que el PP "lleva la corrupción en su ADN". Por cierto, una frase extraordinariamente original, ¡oh sí!
La izquierda ultra, -ultraprogre- se ha convertido en lo políticamente correcto, es decir, la presunta moderación. Y los moderados, como es sabido, jamás se corrompen.
Pero mejor lean el artículo de Triper.
Se impone por sí solo.