Llevo ya muchos años en esto del periodismo económico como para asombrarme de nada pero reconozco que me ha sorprendido la reacción de analistas y periodistas a la decisión del Gobierno Sánchez sobre la opa parcial de IFM sobre Naturgy. Para la mayoría, el Gobierno ha puesto condiciones duras al fondo australiano. Incluso se comenta que a lo mejor se echan atrás. Si se echan atrás será porque su concertación con otros dos fondos, CVC y GIP, ha sido detenida por las compras de Criteria, que pone más difícil la opa de los australianos.
Empezando por el final: ¿permitiría Francia con Engie lo mismo que ha permitido Nadia Calviño a IFM con Naturgy? ¿A qué no?
¿Mantener la españolidad vía sede? ¡Pero si lo que quieren IFM, CVC y GIP, es vender activos… que no tienen nacionalidad!
Otra gran condición: mantener las inversiones estratégicas. ¡Pero si la verde Teresa Ribera no considera estratégico el gas, la clave del negocio de Naturgy!
¿Mantener los puestos de trabajo? ¿Y si fuera Naturgy quien prefiriera reducir plantilla?
¿Mantener la españolidad vía sede? ¡Pero si lo que quieren IFM, CVC y GIP, es vender activos… que no tienen nacionalidad!
Terrible: Hispanidad coincide con Ione Belarra: ¡qué peligro!
Y así llegamos a la más terrible de las conclusiones: Hispanidad coincide con la ministra podemita Ione Belarra, que advierte que España ha perdido soberanía energética: ¡qué peligro! Resulta Que es verdad, y esto es bello e instructivo: demuestra que hasta Belarra puede decir la verdad, ¡Oh sí!