Da pena que su católica majestad,
ni un modesto funeral presida,
por los que la vida perdieron,
en la terrible pandemia sufrida;
y de los que todavía no sabemos,
cuántos fueron los que murieron.
Y sí, un tercer masónico homenaje,
montado sin el pueblo soberano,
con rango de Estado, el acto,
por los servidores de ese Estado;
que también perdieron la vida,
debido a la suma incompetencia,
de quien haberlos protegido debería.
Y este gobernante incompetente
asiste a su lado, con cara seria y dura,
surgiendo entonces las preguntas:
¿Es que España, ya no es católica?
¿O es su majestad, la que católica no es?
¿O no manifiesta su fe, por cobardía?