Descendió del cielo la masa blanca,
clamando por revindicar el invierno,
llenando de agua en el deshielo,
tierras, de la peor injusticia llenas.
 
Y cuando se van llenando de tinieblas
los corazones, las almas y las tierras,
nos hacen creer que vamos hacia la luz,
que caminamos hacia una felicidad plena.
 
Y así nos van día tras día engañando,
y con el peor género de injusticia,
y el ser hombres de bien, simulando,
nos van convirtiendo en sus esclavos.
 
Más aunque señalado parezca el camino,
y la oscuridad envuelva nuestras ánimas,
siempre seremos dueños de nuestro destino,
siempre seremos amos de nuestras almas.