A la caída de Sánchez

Las sombras se vuelven más oscuras,
y la luz se aleja lentamente,
mientras el pueblo mira asombrado,
como a despedazarse comienzan,
aquellos que les gobiernan,
con soberbia, esclavos del engaño.
Y los que fueron apartados,
de inmisericorde forma,
a lealtad demostrada, como pago,
irán dando a conocer las miserias,
vividas junto al tirano, que apoyaron.
Y volverá, en los idus de marzo,
a repetirse la historia ya sabida:
que la traición, está en los cercanos,
aquellos que más le alabaron,
y los y las, que más lo ensalzaron.
Pues ellos, son los pies de barro
sobre los que se yergue la estatua,
aurea y plateada del Tirano.