Y a remover los huesos volvieron,
de hermanos que descansan juntos,
que ya saben dónde la verdad está,
y todos por la misma causa murieron.
Allí, reposan las dos Españas del poeta,
que de distinta forma la entendieron
y, que en la muerte, en una se unieron.
¿Por qué, volver a remover sus huesos?
 
¡Ay España de mi alma, la Patria que yo quiero!
De aflicción se llenan mis sentimientos,
después de tantos años de hacer camino juntos
y recobrar la paz, con esfuerzo y sufrimiento,
aquella que se nos negó durante tanto tiempo.
Y alcanzar al final de ese camino: la concordia,
la democracia y la libertad, libertad sin ira.
¿Por qué, volver a remover sus huesos?
 
¡Ay la Patria de mi alma, la España que yo quiero!
¿Por qué, orgullosos sentirnos no podemos:
de nuestros logros, de nuestras gentes, de nuestros hechos?
Nuestros símbolos, arrastramos por el suelo,
y cabalgan desbocadas: la envidia, el resentimiento,
el rencor, y no saber asumir aquellos hechos
que a la historia deben pasar; los malos y los buenos.
Y sus huesos juntos sean, símbolo y monumento.