Los ojos a esos pueblos vuelvo,
que en un insólito crecimiento,
han alcanzado de cultura y progreso;
y en pocos años, les ha llevado
a una admirable evolución técnica,
que les proporciona un alto nivel
de material vida.
 
Acercarse a Dios, sus investigaciones,
haberles movido debería, en la medida
en que son verdaderas realidades,
que a Él conducen, pues de Él proceden.
Sin embargo, no es así: tampoco ellos,
son más humanos, a pesar de su progreso.
 
Si falta la dimensión divina,
la vida del hombre -por mucha perfección
material que alcance- es animal vida.
Cuando se abre al horizonte religioso,
el hombre su afán culmina,
por distinguirse de las bestias:
Desde cierto punto de vista, la religión,
del hombre, sino quiere ser una bestia,
es de todas, la más grande rebelión.