Si a las sombras dirijo mi amor,
los ojos de mi alma, más débiles,
son ineficaces, de mirar y ver
el rostro de mi Dios y Señor.
De los sentidos, nutrirse, mi amor
necesita de alguna manera,
y para mi vida es fortaleza,
y bien para mí alma, su amor.
Y si yo Señor, tu rostro busco,
qué es, sino natural buscar,
en una imagen, un retrato,
el rostro de alguien tan amado;
que a mi alma, dé luz su mirada,
y que aleje las sombras en el mirar.