No eres un verso suelto,
formas parte de un poema,
que Dios con el concurso
de nuestra libertad, escribe,
un mismo y divino poema.
 
No eres vida humana aislada,
sino con otras entrelazada,
también vidas humanas,
que viven, gozan y aman,
como tú vives, gozas y amas.
 
Tantos siglos de convivencia,
y todavía, tanto odio,
tanta destrucción humana,
tanto fanatismo acumulado,
en ojos que ver no quieren,
en corazones doloridos,
que amar no saben, o no quieren.