Lo del hermanísimo de Ayuso no es más que otro caso de hipocresía política sobre la corrupción, otro rasgado de vestiduras interesado para hundir al adversario. Para destruir al PP no hacen falta adversarios: ya se encargan ellos solos de suicidarse.
Ahora bien, lo de Casado y Egea arremetiendo contra su principal activo político, Isabel Díaz Ayuso, no deja de resultar bello e instructivo
En Hispanidad ya hemos dicho 700 veces que el problema de la derecha española, en especial el problema del PP, es haber abandonado sus principios fundacionales, que eran principios cristianos, para convertirse en una mera maquinaria de poder. Y este es el principal problema de Pablo Casado, como lo fue de Rajoy, Aznar, etc. En efecto, querido Pablo, si tú no eres fiel a tus principios, ¿por qué exiges que te seamos fieles a ti, con qué fuerza moral, bajo qué predicamento?
Y si el PP tan sólo es una suma de intereses, más o menos coincidentes o más o menos enfrentados, ¿por qué razón iba a serte fiel una Ayuso que ha conseguido triunfar donde tú fracasaste, en las urnas?
Egea es un pinchauvas pero leal a Casado y Feijoó sólo se es leal a sí mismo. Al menos, cuando se encuentra a sí mismo, lo que no ocurre todos los días del año
Por cierto que, si como leo y oigo, la solución a la grieta en el PP es Alberto Nuñez Feijoó... entonces es que el PP no tiene solución. Y también, por cierto: si Casado cesa a Teodoro García Egea, el siguiente en cesar será él. El murciano es un pinchauvas de mucho cuidado, pero no le ha clavado el puñal a la madrileña sin la aquiescencia y entusiasmo del palentino, quien, en su entrevista del viernes con Carlos Herrera, ha sido aún más bestia con Ayuso que Egea en su alocución del jueves.
Casado: sé fiel a tus principios y no dejes caer a quien te ha sido leal. Porque la solución que oigo, y veo, a muchos analistas políticos es que Núñez Feijoó sustituya a Egea como secretario general del PP. Eso supondría el harakiri de Pablo Casado, porque Feijoó no quiere ser el número dos sino el número uno y porque, con todos sus defectos, Egea es leal a Casado mientras que Feijoó sólo se es leal a sí mismo. Al menos cuando se encuentra a sí mismo, lo que no ocurre todos los días del año.