Tras viajar desde el golfo Pérsico, el Rey Juan Carlos I asistió a un funeral en Madrid por su sobrino, Juan Gómez-Acebo. Funeral en el que estuvo acompañado por la Reina doña Sofía: ¡Menos mal!

¡Qué vergüenza, Majestad! Los españoles no podemos acostumbrarnos a que el Rey Felipe VI normalice el exilio al que ha forzado a su padre en Abu Dabi, por miedo al qué dirá Pedro Sánchez y por no interferir en la venganza programa de su esposa, doña Letizia. 

El Rey Juan Carlos I ya debería estar viviendo en España, donde no nació, por causas de fuerza mayor, y donde debe morir. Ya es hora de que el Rey de España caiga en la cuenta de que quien nunca arriesga se arriesga a perderlo todo y de que quien siempre dice 'sí' llega un momento en que ya no puede decir 'no'.