Podría hacerse daño al pisarse la cara, de lo grande que la tiene. Lo decía un amigo mío, años atrás, en referencia a no recuerdo quién, pero ahora mismo se podría aplicar el mismo dicharacho al presidente del Gobierno.

Asegurar que la radiotelevisión pública (RTVE) se ha convertido en un instrumento al servicio de don Pedro Sánchez no es noticia pero la falta de sorpresa no es óbice para la persistencia del asombro. Así, durante el desfile militar con motivo de la Fiesta Nacional de RTVE, la televisión pública tejió una retransmisión con un único objetivo: ocultar el abucheo popular a Pedro Sánchez.

La mejor defensa es un buen ataque: el presidente del Gobierno en funciones aguantó los desprecios con sonrisa eléctrica y, a renglón seguido, durante la recepción en Palacio, acusó al PP de alentar la pitada. Y se quedó tan fresco.

El presidente del Gobierno en funciones aguantó los desprecios con sonrisa eléctrica y, durante la recepción en Palacio, acusó al PP de alentar la pitada

Cuidado: Sánchez ha sido abucheado, siempre en el Desfile militar del 12 de octubre. Lógico, quienes acuden a ese desfile no votan a PSOE, ni a Podemos, ni a ERC, ni al PNV. Son gente que cree en la unidad de España, principal cometido de las fuerzas armadas y hasta de Su Majestad el Rey aunque a veces no lo parezca. 

No, lo que le fastidia al presidente en más que funciones no es que haya quien no le reconozcan como muy legal, e incluso legítimo, aunque esto menos que aquello, presidente del Gobierno: lo que no soporta, mayormente su orgullo infinito, es que alguien le repruebe. Y resulta que son muchos millones de españoles los que le reprueban y algunos cientos los que le reprobaron el pasado jueves, en persona.