En Hispanidad siempre hemos mantenido que los verificadores no denuncian mentiras sino que censuran opiniones, sobre todo aquellas que no les gustan, las que resultan políticamente incorrectas. Hoy en día, en su mayoría, opiniones cristianas. 

RTVE, que no podía faltar a esta fiesta, creó RTVE verifica y cada equis tiempo los expertos verificadores del Ministerio de la Verdad nos ilustran con las manipulaciones de Internet, ya saben, el fango de la redes sociales. 

La última 'expertez' la contemplé el miércoles por la tarde: un astuto verificador denunció las manipulaciones que, vía inteligencia artificial (IA), se están perpetrando en las elecciones norteamericanas. Nos puso varios ejemplos sobre cómo se manipula a la pobre Kamala Harris -todo bien sin mezcla de modo alguno- mientras, en paralelo, denunciaba las manipulaciones de Donald Trump -todo mal sin mezcla de bien alguno-. 

¿A ver si es que vivimos en la desinformación de la verificación?

Tanto cuando hablaba de la candidata demócrata -todo bien, como creo haber dicho antes- como del candidato republicano -todo mal según lo antedicho- yo, en mi inocencia, seguía esperando que a lo mejor, en un solo caso, se invertirían las tornas... El bueno era Donald Trump y la mala, Kamala Harris. Pero no tuve suerte: nuestro verificador dedicó el 100% de las bondades defensa a la candidata demócrata, la víctima, y el 100% de los ataques al candidato republicano, el verdugo. 

La estadística no es la verdad pero cuando te encuentras con una estadística del 100 al 0% cabe la sospecha de que lo que falle sea... la estadística y hasta el estadístico. Ya saben: la contabilidad es una ciencia exacta por qué dice exactamente lo que uno quiere que diga.

¿A ver si es que nos encontramos ante la desinformación de la verificación?

Lo más curioso es que los verificadores hablan ex cátedra: ellos tienen la última palabra sobre la verdad... aunque sea mentira.