Paseíllo triunfal del presidente Sánchez, en el colegido electoral donde acudió, seguido por su mujer Begoña -en un manifiesto segundo plano-, a votar para las elecciones europeas.

Pero cuando la pareja presidencial salió a la calle, se dio de bruces con la realidad: el pueblo no quiere a Pedro... y ahora, tampoco a Begoña.