Empezamos bien. Pedro Sánchez hablará con todos los grupos parlamentarios, empezando por Sumar este miércoles, menos con Vox, por razones 'evidentes'. Incluso con el PP, es así de demócrata... precisamente él, que les envió a su mamporrero Óscar Puente, el hombre del AVE para responder a Feijoó... como se merecía.

En cualquier caso, hablará con Bildú, pactará con los proetarras y blanquerá sus asesinatos, de los que jamás se han arrepentido. Pero con los hediondos de Vox, ni cruzará un saludo oiga, por razones, 'evidentes', que es lo que se dice cuando no hay razones para alegar: evidente.

Es decir que prefiere al partido de Josu Ternera que al de Ortega Lara.

Por lo demás, llevamos cuatro años con el mismo embuste: el PSOE gobierna, en toda España, no en una comunidad autónoma junto a los comunistas pero acusa al PP de gobernar con los 'ultras' de Vox. 

La verdad es que el Parlamento está lleno de partidos de extrema izquierda, como Sumar, Podemos, Partido Comunista, BNG, Compromís, Bildu... pero el problema está en Vox. Que, por cierto, no es un partido ultraderechista sino un partido cristiano, 

Lo que ocurre es que el gran éxito de la izquierda comunista en el último cuarto de siglo ha consistido en convencer a muchos indocumentados de que todo lo cristiano es fascista y mayoritariamente pederasta.