El empresario naviero valenciano Vicente Boluda propone someter a referéndum los pactos de investidura de Sánchez y la Ley de Amnistía. ¿Se imaginan?
Me parece una gran idea. Por un parte, se lograría arrebatar a los separatistas y a los sanchistas la aureola del referéndum democrático, al tiempo que se lograría situar la consulta popular en su escenario: deben votar todos los españoles, no sólo los catalanes.
Y es que yo también quiero vota en un referéndum separatista catalán o vasco, porque a mí, que soy española, no quiero que me quiten mis Vascongadas ni mi Cataluña, y como asturiano tengo tanto derecho a votar como el nacido en Zarauz o como el natural de Hospitalet.
El otro interrogante del referéndum, además que todo depende de cómo se formule la pregunta, es qué consulta es la definitiva: la primera o la décimo cuarta. Porque en una consulta separatista, cinco no es no valen nada pero un solo sí lo vale todo
El otro punto débil de la democracia del referéndum, además de que el resultado depende de cómo se formule la pregunta, es qué consulta puede darse por definitiva: ¿la primera o la décimo cuarta? Porque en una consulta separatista, cinco noes no valen nada pero un solo sí lo vale todo. Cinco noes a la independencia de Cataluña permiten pedir un sexto referéndum pero con un solo 'no' los indepes se declararán independientes y ya no convocarán ningún otro. Ejemplo: Escocia, donde los separatistas escoceses perdieron el primer referéndum y desde entonces no dejan de solicitar una segunda consulta. Y son el modelo de 'Puchimón'.