Al parecer se han asustado mucho los progres con el programa de Vox. El Diario.es, el favorito de La Moncloa, y en El País se han visto obligados a echar mano de sus más retorcidos sofismas para presentar un programa de lo más moderado, como vademécum de lo ultra.
Según ellos, Vox pretenda acabar con las comunidades autónomas mañana mismo mientras propone una rebaja de impuestos radical (¿en serio es radical?) y, la prueba definitiva de su carácter ultra: Abascal pretende terminar con el 'derecho al aborto': ¡Que horror!
Respecto a esto último hay que decir aquello de "ojalá hijo, ojalá".
No, mucho me temo que Vox siendo el único partido parlamentario algo provida que existe en España, no defiende la vida humana, es decir, a la persona, "desde la concepción hasta la muerte natural". Al menos, no la defiende con firmeza.
Recuerden que cuando en Castilla-León Vox pretendió aquella fruslería de que las madres, voluntariamente, ojo, pudieran escuchar el latido del corazón de su hijo enseguida tuvo que dar marcha atrás porque hasta sus socios del PP se mesaron los caballos en aquel repugnante vodevil de la derecha: nosotros también luchamos por los derechos de la mujer, ¡oh sí!
No, Vox no es, desgraciadamente, un partido pro-vida y cuando se refiere al aborto lo hace con la letra pequeña. Pues no debería. Le llamarán ultra igualmente pero si se lanza a la defensa de la vida y la familia, natural, sin miedo, en la seguridad de que habría mucho voto del sentido común -sí, escaso hoy en España pero creciente- que aplaudiría, mientras los otros votantes de Vox, los de la unidad de España, no serán los que dejen de votarle porque defiendan la vida.
Vox no es provida -ojalá- aunque sea el más provida de todos los partidos del Parlamento
No lo es porque todavía no le he oído que vaya a derogar, no la actual ley de aborto, sino el aborto en España... que es lo que tenía que hacer.