Aprobada la Ley solo Sí es Sí con 205 votos a favor, y esta vez es definitivo. Se habría aprobado en julio pero un voto inesperado tumbó el texto normativo en el Senado. Una enmienda JxCAT que solicitaba cambiar una letra en el preámbulo de la norma retrasó la aprobación. Irene se llevaba las manos a la cabeza, la culpa era del PP, que parece que no era consciente de que en verano se produce un repunte de las agresiones sexuales y aumenta el tiempo que las víctimas de violencia de género conviven con sus agresores.
Las polémicas han sucedido a esta Ley, no solo por las burradas que conlleva, sino porque en un principio se incluyó en el texto la lucha contra la prostitución, algo que hubo que eliminar porque los socios habtuales del Gobierno no querían apoyar.
Superadas las dispuestas en el Congreso y Senado, la Ley de Libertad Sexual llega a las calles, eso sí, es libertad sexual solo accesible para mujeres, claro está. El varón siempre va a ser culpable y si no lo es, que lo demuestre. Solo a modo de ejemplo de la barbaridad que esto supone, merece la pena recordar el caso sucedido hace tan solo un mes, cuando la Junta de Andalucía fue condenada por acusar falsamente a un padre de abusar de su hijo, por lo que pasó tres años en prisión. Castiguemos y criminalicemos al varón, y sin pruebas, solo con perspectiva de género.
Sólo el sí es sí. Es decir, que cualquier relación sexual puede acabar en que la parte femenina del acto asegure que, como ella no dio el sí, ha sido víctima de una agresión sexual. Y eso significa la interposición de una denuncia por violación, que puede ser castigada con penas de años de cárcel. Porque el texto contempla que "todo acto sexual sin consentimiento será agresión" por lo que se "eliminan" los abusos sexuales del Código Penal, al considerar violencia sexual la agresión, el acoso callejero, la explotación sexual, la corrupción de menores, la mutilación genital femenina o la pornografía sin consentimiento. Es decir, que violar se equipara a un tocamiento o roce y la pornografía consentida resulta de lo más edificante.
Se icluyen dos nuevas agravantes en las agresiones sexuales, el uso de cualquier sustancia química para anular la voluntad de la víctima, y que la víctima sea pareja o expareja del agresor. El texto incluirá el concepto "violencia económica" a las víctimas de "violencia machista", es decir, cuando el supuesto agresor esquive el pago de pensiones y el cumplimiento de la pensión alimenticia de los hijos. Y las mujeres víctimas de violencia sexual podrán acceder por los mismos mecanismos que las de violencia machista a las rentas de reinserción, que es una forma muy fina de decir que tendrán derecho a subvención.
Otra novedad es que las mujeres en situación administrativa irregular que hayan sido víctimas de violencia sexual tendrán derecho a permiso de residencia y trabajo. No entendemos qué tiene que ver el tocino con la velocidad.
Y ojo, que no se nos olvide la perversión de la infancia, la educación sexual estará presente en todas las etapas educativas y dará especial relevancia al ámbito digital como principal vía de prevención, hay que evitar que los niños varones se conviertan en futuros violadores como lleva pasando durante siglos, evidentemente.