Nuevo acuerdo entre la Comunidad de Madrid y el Servicio de Asistencia Religiosa Católica de Madrid con dos grandes y buenas noticias.
La primera de ellas, el Servicio de Asistencia Religiosa Católica "podrá formar parte del Comité de Ética y de los Equipos de Cuidados Paliativos de acuerdo con la normativa que los regule, sin suponer injerencia en las actuaciones del equipo sanitario y en todo caso con respeto a la voluntad de los pacientes". Ya hemos vivido el primer aniversario de la legalización de la eutanasia en España, una ley innecesaria. Si se quiere mitigar el dolor de los enfermos terminales, para eso están los cuidados paliativos, la eutanasia es un homicidio.
El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio de Munilla, en Sexto Continente, el programa que dirige en Radio María, hablaba del auge de suicidios en menores, según cifras del INE: en el año 2020 en España se produjeron 314 suicidios en menores de edad. Munilla aseguraba que "La ideología progresista de la autodeterminación del hombre está transmitiendo mensajes totalmente confusos y contradictorios", "se aprobó no hace mucho en España una ley que legitima el suicidio asistido. Cuando estamos proclamando que es un derecho abortar o que es un derecho matarse a uno mismo, ¿con qué instrumentos te quedas, con que autoridad moral te quedas para decirle a un joven que el suicidio es una barbaridad?"
"Estamos escandalizados por el aumento de los suicidios... pero al mismo tiempo le estamos diciendo a los adolescentes que el hombre tiene derecho a autodeterminarse, a decidir cómo y cuándo tiene que marchar de este mundo. ¿En qué ayuda eso?". Razón no le falta a Munilla, y esta decisión abre la puerta a hacer las cosas de manera diferente a no tomar el camino de la eutanasia.
Monseñor Munilla: "Cuando estamos proclamando que es un derecho abortar o que es un derecho matarse a uno mismo, ¿con qué instrumentos te quedas, con que autoridad moral te quedas para decirle a un joven que el suicidio es una barbaridad?"
La segunda, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha destinado cerca de un millón de euros para que los hospitales de la Comunidad tengan al menos un capellán por cada 100 camas con el objetivo de "garantizar el derecho a la asistencia religiosa" de los pacientes y familiares.
Serán 73 capellanes, 53 a tiempo completo y 20 a tiempo en parcial, los que se encargarán de dar asistencia religiosa, para "proteger y posibilitar el ejercicio garantizado constitucional, legal y convencionalmente", del derecho a la asistencia religiosa. El acuerdo regula que el ratio de capellán a tiempo completo hasta 100 camas, cuando el hospital tenga entre 100 y 250 camas, habrá un capellán a tiempo completo y otro a tiempo parcial, y cuando esté entre 251 y 500 camas, se dispondrá de 2 capellanes a tiempo completo y un tercero a tiempo parcial, cuando se superen las 500 camas serán 3 capellanes a tiempo completo.
La Consejería de Sanidad abonará 937.187,76 euros al año por el servicio de los capellanes durante un periodo de cuatro años, según el contrato. Además, el Servicio Madrileño de Salud se compromete a "proporcionar la información adecuada al personal para que el mayor número de pacientes y familiares estén informados de la existencia de esta asistencia religiosa", con lo que se prevé instalar "carteles informativos colocados en los lugares destinados al efecto". Así puede que se eviten situaciones como la que le contamos la pasada semana en Hispanidad.