Hace una semana, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y su homólogo marroquí, Naser Burita, se reunieron y acordaron la reapertura de las fronteras de Ceuta y Melilla, cerradas desde hace dos años. Así, Albares también se ha "bajado al moro" para asegurar que España "profundizará aún más" en sus relaciones con Marruecos.
"Hemos llegado a un acuerdo para abrir las fronteras en los próximos días, la fecha exacta la va a comunicar el Ministerio de Interior", decía Albares. "Queremos que la reapertura sea de forma ordenada y gradual y que desaparezca el comercio atípico".
Además, el ministro español ha defendido que se ha reducido la llegada de migrantes a España desde el reencuentro diplomático. Reducido, que no cesado.
La fecha exacta de reapertura de las fronteras se fijó para el día de hoy, 17 de mayo. Y la fecha no es baladí, puesto que justo el 17 de mayo de 2021 Ceuta y Melilla recibieron el cruce masivo de personas por las playas de la frontera entre España y Marruecos.
Repasemos los hechos recientes. Por todos es sabido que Marruecos quiere hacerse con Ceuta y Melilla, y en sus ofensivas, cada vez más agresivas, utiliza a los pobres emigrantes africanos, así como a sus propios adolescentes como carne de cañón. Ante esto, España miraba hacia otro lado, olvidando a Ceuta y a Melilla y a los 700.000 marroquíes que viven en el país y que continúan sintiéndose, en su mayoría, fieles siervos de un déspota llamado Mohamed VI.
Hace un año, Marruecos dejaba las puertas abiertas y cruzaban 8.000 marroquíes a Ceuta, una ciudad con 84.829 habitantes. Aquí no pasa nada y el Gobierno se preocupa por la situación de los inmigrantes, pero sin hacer mucho ruido, no vaya a ser que Mohamed se enfade. Recordemos que el Presidente de la Ciudad Autonoma de Melilla es el ex de Ciudadanos, Eduardo de Castro, que tuvo que dejar la formacion por "ocultar" que estaba imputado por un delito de prevaricación en la adjudicación del servicio de grúas de la ciudad. Ahora, gobierna gracias al apoyo de socialistas y de Coalición por Melilla, el partido pro-marroquí e islamista liderado por Mustafá Aberchán, quien presidió la ciudad de Melilla entre 1999 y 2000.
Y el único que toma medidas es el Presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, el pepero Juan Jesús Vivas, decisión crucial en ese momento, nombra persona non grata al líder de Vox, Santiago Abascal. Fantástico Juan Jesús, no sé qué haría la ciudad de Ceuta sin ti.
Un año de silencio y frontera cerrada, unos dicen que por el Covid, otros que por el cruce masivo. Hace unos meses, Sánchez, nuestro gran presidente, entrega con nocturnidad y alevosía el Sáhara a Marruecos, poniendo en riesgo a Ceuta y Melilla. Por supuesto, todo Moncloa dice que no, que no hay cambio de postura y que esto refuerza los lazos con nuestro "gran vecino y amigo del sur".
Sánchez, que no tiene vergüenza ni la conoce, se planta en Rabat para tener una cena con Mohamed VI, ojo que lo consideran todo un honor porque el Rey de Marruecos lo hace rompiendo el ayuno del Ramadan. ¿Y qué ocurre? Foto de nuestro presidente con la comitiva, y la bandera de España puesta del revés... y Sánchez en la foto sonriendo.
Hace unas semanas, salta el escándalo Pegasus, y no, no hablo de los catalanes, sino de que nuestro presidente y los ministros habían sido espiados. Corren los rumores, y cada vez con más fuerza, sobre si Mohamed VI está detrás de los pinchazos. El Gobierno dice que no le consta. Continuamos reforzando lazos y 'bajándonos al moro'.
Y más, Estados Unidos obvia a Sánchez completamente y convoca a Marruecos en la OTAN. Todo ello en medio de una luna de miel ente Marruecos y Estados Unidos, con maniobras militares conjuntas incluidas. Washington y Rabat se aman más que nunca.
Entre tanto, España se convierte en escaparate publicitario de Marruecos con la campaña ‘Marruecos. Reino de la luz’, puesta en marcha por la Oficina Nacional de Turismo de Marruecos, inundando la madrileña plaza de Callao así como numerosos espacios, como por ejemplo, los del intercambiador de Plaza Castilla, con la intención de "convertir a Marruecos en el destino preferido por los viajeros y atraer a las nuevas generaciones de turistas", según recoge PeriódicoPublicidad, y añaden que Callao se convierte "en el escaparate español de la propuesta turística de Marruecos en tres dimensiones". ¡Ole y ole!
Esto nos trae hasta hoy, 17 de mayo, en el aniversario de ese ataque por parte de Marruecos a nuestro país, el Gobierno, no sabemos si para conmemorarlo o porque, de nuevo, Marruecos, se ríe en la cara de los españoles, decide reabrir las fronteras. Para más cachondeo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, dice que se han enviado 220 nuevos agentes a Ceuta y Melilla, para favorecer que la reapertura de la frontera se lleve acabo sin incidencias.
Y hasta aquí la 'aportación' del Gobierno. No me extraña que Marruecos se pitorre del patetismo de Sánchez, el gran estratega que ha regalado el Sáhara a Marruecos a cambio de nada.
La única solución para detener a Mohamed VI es militarizar Ceuta y Melilla, romper con Rabat y enfrentarnos con Marruecos, cerrar sus fronteras a cal y canto... y construir un aeropuerto civil-militar en la ciudad autónoma. Y vigilar muy de cerca a los Regulares, que no sería la primera vez que no son leales a España.
Por cierto, las llegadas de inmigrantes ilegales se han reducido en Ceuta y Melilla pero, ojo, no en Canarias. Es decir, tras conquistar el Sahara y confinar las dos plazas españolas en África, Rabat va ahora a por las islas.