Seguro que es un día que tienen marcado en sus agendas, pero para los olvidadizos, CCOO y UGT están ahí, así este viernes han presentado el manifiesto que han realizado con todo su esfuerzo con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se celebra el 28 de abril.
Ambos sindicatos, que se han mantenido callados, sin ningún atisbo de vergüenza, ante el alza de la luz, los precios de los carburantes, la inflación o los 3,123 millones de personas paradas en el país. Los mismos que no dudaron en cargar contra los transportistas y rechazar la rebaja de impuestos para contener los precios, “Es una trampa, afirmaban. Ahora convocan una rueda de prensa para, atención, pedir "enfoque de género en la prevención de riesgos laborales" y una mesa de diálogo "social que articule un plan de choque contra la siniestralidad de manera urgente".
Todo sin hacer mucho ruido, a ver si el Gobierno se va a enfadar con ellos. Recordemos que las subvenciones que reciben los sindicatos se han visto duplicadas desde la llegada de Yolanda Díaz al Ministerio de Trabajo, alcanzando los 17 millones de euros.Es más, el Consejo de Ministros dio luz verde a la subida del 18,33% en las subvenciones que se conceden anualmente a los sindicatos. Este aumento se produjo meses después de que los principales sindicatos llegaran a un acuerdo con el Gobierno en la reforma laboral y coincide en tiempo con la petición de Pedro Sánchez de "un gran acuerdo de rentas" a sindicatos y patronal.
"La precariedad laboral tiene cara de mujer" dicen, pero ni una mención a la ministra de Igualdad, oye, y dado que se pone en cuestión a quién representan los sindicatos y de lado de quién están, ¿y si se les eliminan las subvenciones y que vivan de las cuotas de sus cada vez menos afiliados? Tampoco pasaría nada, ¿no?