Consejo de Ministros del 22 de noviembre de 2023. Pilar Alegría, ministra de Educación y portavoz del PSOE se estrena como portavoz del Gobierno. Doña Pilar no llegó de Aragón tan agresiva como resulta ahora -aunque ha aprovechado su primera rueda de prensa para mostrarse extraordinariamente dulce-. No, el curso del látigo lo aprobó con notable alto cuando se convirtió en portavoz del PSOE: entonces demostró que sabe insultar tan bien como cualquiera, amén de aplicar todos los tópicos del régimen, en batería. Incluido el nuevo lugar común: la petición de mesura y concordia.

El primer Consejo de Ministros no ha aprobado nada, entre otras cosas, porque se trataba de una presentación icónica, con la mejor de las sonrisas. No ha habido disputas, lógico: en el primer Consejo de Ministros todos son vencedores. Hasta José Luis Escrivá cuya cartera ha quedado reducida al soplo de la transición digital, pero que siempre puede ser el trampolín para acceder al Ministerio de Economía, con vicepresidencia o no, siempre que doña Nadia Calviño consiga cobrar cinco veces más en Europa, o sea en el BEI... o se reenganche en ocho meses como comisaria europea.

Por cierto que Bruselas ya le ha advertido a doña Nadia que sus cuentas fiscales no salen y, sobre todo, que ha vivido una legislatura entera con endeudándose hasta las cejas, aprovechando los tipos negativos y que ahora eso se acabó. 

La única noticia que ha proporcionado Pilar Alegría a los periodistas ha sido la de que el Gobierno mantendrá a su principal agente infiltrado en el poder judicial (el primero, naturalmente, es Conde-Pumpido, presidente del Tribunal Constitucional). Hablamos del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, martillo de fascistas, que ha sido desacreditado por el Tribunal Supremo por el nombramiento de su predecesora, la ex ministra de Justicia de Sánchez, Dolores Delgado. Con ello, además, el Supremo ha puesto patas arriba una de la principales campañas propagandistas del Gobierno: la memoria democrática.

Naturalmente, Alegría ha respondido que el gobierno no valora las decisiones judiciales -momento en el que alguno de los presentes tuvo que aguantarse la risa- pero la -inteligente- pregunta del periodista no era esa. La pregunta consistía en saber si, tras el varapalo del Supremo a García Ortiz, el Gobierno seguía manteniendo su confianza en el fiscal general. ¡Menudo estreno, Pilar!  

Por cierto, Alegría respondió al fotomontaje del PP -ver imagen, por el que fue cuestionada la portavoz- Cuando no hay argumentos… Pero la imagen es buena, no lo duden, incluido el relator internacional innominado. Por una vez, el PP ha actuado con ironía.

Por lo demás, la legislatura del ejecutivo comienza como terminó la anterior: todos son amigos, incluidos los proetarras y 'Puchimont' menos el PP. Todos son demócratas, menos VOX. Pero ¡viva la mesura y la concordia! incluso las insultonas Ione e Irene.

Días de estreno, cartera en mano, pero en esta ocasión una palabra vale por 1.000 imágenes.