El 11 de marzo de 2004, terroristas procedentes de Marruecos asesinaron a 193 españoles, por el método de colocar bombas en trenes de cercanías de Madrid. Hoy se cumplen 18 años de la mayor matanza terrorista en Europa, poco investigada, pero que llevaba la marca islámica.

Al revés de lo que ocurrió con el 11-S en Estados Unidos, donde los norteamericanos se unieron frente al enemigo común, los españoles se dividieron, resucitó el guerracivilismo y la izquierda, con una actitud ligeramente repugnante, aprovechó la matanza para lleva al poder a un tal José Luis Rodríguez Zapatero.

Con él volvió el guerracivilismo y luego, tras el paréntesis de 'Mariano el Mudo', llegó el Sanchismo, que ya no es guerracivilismo sino revanchismo puro y desmemoria interesada.

Al revés de lo ocurrido en Estados Unidos tras el 11-S, los españoles se revolvieron contra sí mismos y alabaron a Marruecos. 18 años después seguimos igual

El sanchismo no es el memorial de la Guerra civil sino la celebración del triunfo de los republicanos en la susodicha guerra civil de 1939. Bueno, de los valores republicanos, que lo del triunfo militar no cuela.

Pero lo malo no es que el 11-M de 2004 resucitaron las dos España y el sectarismo de la izquierda, ahora convertida en progresismo sectario. Lo peor es que, 18 años después, continuamos en las mismas. Dos notas: días atrás, el ministro del Interior, Fernando Grande- Marlaska, uno de nuestros peores ciudadanos, defendía a Marruecos desde el banco azul del Congreso, tras la enésima utilización de los pobres inmigrantes de raza negra como balas humanas contra España, en este caso contra Melilla. En mayo del pasado año, Mohamed VI utilizó a sus propios adolescentes majaderos, a los que azuzó contra Ceuta. Pero Marlaska asegura que Marruecos sufre una gran presión migratoria. Supongo que en sus frontera del sur, no en las del norte, porque del sur es de donde proceden los inmigrantes.

Históricamente, los mercados de esclavos africanos siempre fueron cosa de musulmanes, que despreciaban a los negros, como una raza inferior. Hoy, Rabat vuelve a utilizarlos como objeto... porque su objetivo es conquistar Ceuta, Melilla y, después, Canarias.

Uno de los detalles más peligrosos del post-11M es que, en España todo lo cristiano ha pasado a ser considerado ultra

Pero lo más grave es el guerracivilismo vigente en España y el sectarismo progresista de la izquierda española, que desde el 11-M quiere revivir la historia. Y así, en este aniversario, se rasga la vestiduras porque el PP ha pactado con Vox en Castilla-León... mientras Sánchez mantiene su Gobierno, en toda España, con los comunistas y apoyado por separatistas y hasta por proetarras.

Y uno de los detalles más peligrosos del post-11M es que, en España todo lo cristiano ha pasado a ser considerado ultra.

De hecho, desde el 11-M, lo que une a toda esa izquierda progre, PSOE, Podemos, ERC, Compromís, etc, aglutinada hoy alrededor de Pedro Sánchez, no es otra cosa que su Cristofobia.

Como muestra un botón: toda la izquierda, incluido el PP, se han apuntado al circo de la pederastia clerical. El único país que crea una comisión parlamentaria para masacrar a la jerarquía eclesiástica en el país con menos pederastia clerical de toda Europa.

Y no sólo la izquierda progre: también aplaudió el PP que aprobó la iniciativa. Lo dicho: todo lo católico es ultra.