El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha calificado de "incidente callejero" que una veintena de personas, muchas de ellas con antecedentes, se dirigieran al cuartel de la Guardia Civil en Barbate e increparan y amenazaran a los agentes.

Los agentes dieron el alto a un coche por circular a gran velocidad, lo que le valió a los familiares del conductor para asediar el cuartel.

Marlaska se asombra porque según él esto puede pasar en "muchas zonas de nuestro país y que no tienen mayor repercusión ni relevancia". Ya ministro, pero ha sucedido en Barbate, donde hace menos de un mes, varios narcotraficantes asesinaron a dos guardias civiles, y son los propios compañeros de los fallecidos, los que ahora son asediados, de nuevo.