A mi provecta edad no es habitual que una entrevista me enerve, pero reconozco que en la mañana del viernes 21 he recibido una electrizante sacudida, con la de Marc Sala y Silvia Intxaurrondo al presidente del Consejo de la UE, Pedro Sánchez en RTVE, en el matinal La Hora de la 1.

Doña Silvia, la heroína de La Moncloa. que puso contra las cuerdas, con cara de ofidio, al presidente del PP, Núñez Feijóo, le formuló la siguiente pregunta a Pedro Sánchez, al rebufo de los ayuntamientos de Vox que ha quitado la bandera gay de sus portadas:

-¿Qué va a hacer el Gobierno ante la voluntad manifiesta (de Vox y PP, naturalmente) de sacar del espacio público cualquier símbolo de diversidad? ... ¿Qué se puede hacer desde el Gobierno para frenar estos atentados contra los derechos humanos? 

A bodas me convidan, pensó Sánchez, quien emergió con otra de sus imágenes cantinflescas, al advertir que "no se trata de retirar una bandera sino que, con ello, quitas un espacio de seguridad". ¡Toma ya!

Con eso debía bastar pero también fue muy buena la pregunta de doña Silvia sobre las pensiones:

-¿El Gobierno seguirá subiendo las pensiones según el IPC? Hombre dado que lo ha blindado por ley más bien parece una pregunta tonta pero lo que importa en doña Silvia son los remoquetes:

-Se lo pregunto porque hay quien dicen que el sistema de pensiones no es sostenible...

A esa alturas, Sánchez estaba tan desvelado por los españoles como feliz por la entrevista:

-Pero siempre son los mismos, los que buscan hacer negocio.

Y alguno más, presidente, que no se dedica a hace negocio con las pensiones

Y culminó el prócer:

-Y además, pondremos 5.000 millones de hucha anual para asegurar las pensiones futuras.

¿Seguro que con 5.000 millones de euros más al año se aseguran la pensiones del futuro en la España envejecida? Hagamos cuentas: cada nómina de las pensiones nos sale ya por los 12.000 millones mensuales, a multiplicar por 14 pagas. Por tanto, la factura de las pensiones, sólo las contributivas, nos sale ahora mismo por 168.000 millones al año. Sólo las contributivas. Pero tranquilos, Sánchez asegura las pensiones futuras con 5.000 millones al año. 

Pero miren por dónde, al revés que le ocurrió con Feijóo, doña Silvia se calló.

Una entrevista única: Intxaurrondo.

Por cierto, es un bulo que las preguntas fueran redactadas en Moncloa. El equipo de Marc y Silvia saben muy bien lo que tiene que preguntarle al presidente del Gobierno y cómo tienen que preguntárselo.  

Lo dicho: como Sánchez permanezca en el Ejecutivo y el gran embustero bien podría permanecer, habrá un ministro llamado Silvia Intxaurrondo. Por lo menos, ministra de Marina.