El 17 de mayo de 2022, el Gobierno socialista-comunista de Pedro Sánchez aprobó en Consejo de Ministros el anteproyecto de ley de reforma de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, impulsada por la comunista y ministra de Igualdad Irene Montero

La nueva norma --que reformaba la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, aprobada por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero-- entre otras cosas, iba a tratar de garantizar que en los centros públicos se pudiese abortar, dado que en muchos de ellos no se realizan abortos porque no hay médicos de la sanidad pública dispuestos a ejecutarlos. 

Pues bien: en Andalucía —recordemos, comunidad gobernada por el PP, no por el PSOE—  la consejera de Salud y Consumo, Catalina García (del PP, insistimos), aseguró ayer a Europa Press que «antes de que acabe este año» se constituirá un equipo de «ginecólogos voluntarios» que se desplazará a los distintos hospitales de la provincia de Jaén para practicar abortos. En esa provincia andaluza actualmente no se realizan abortos en la sanidad pública. «Hasta ahora las mujeres se tienen que ir fuera de Jaén y ahora lo que pretendemos es que se pueda hacer ese procedimiento en Úbeda, en Linares o en Andújar, donde tenemos centros hospitalarios que tengan la posibilidad de actividad quirúrgica», añadió García. 

 

Cabe recordar que el pasado mes de febrero el Pleno del Parlamento andaluz acordó, con los apoyos de los grupos Socialista, Por Andalucía y el Mixto-Adelante Andalucía, y gracias a la abstención del PP-A, instar a la Junta a "cumplir los preceptos establecidos en la Ley 2/2010, de 3 de marzo de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, y garantizar el libre derecho de las mujeres andaluzas a abortar en la sanidad pública andaluza y en cualquier caso, dentro de su provincia". Vox votó en contra.

Desde el grupo parlamentario Vox en Andalucía han denunciado que "el Gobierno de Moreno Bonilla dedica más esfuerzos y recursos públicos en fomentar la cultura de la muerte que la cultura de la vida". Y han afeado al PP que "en lugar de apoyar y ayudar a las mujeres embarazadas" ponga en marcha lo que han calificado como el "aborto a domicilio”.

Se trata de un ejemplo más de lo que es el PP, un partido que en lo ideológico no se diferencia en nada del PSOE, es decir, que es un partido abortista —el aborto es matar a un niño en el vientre de su madre, el ser más indefenso y vulnerable que existe—, un partido que no rechaza la eutanasia y que no la derogará o un partido que defiende y extiende la ideología de género bajo las directrices del lobby LGTBI…