Pocos minutos después de abandonar Isabel Díaz Ayuso la sala de prensa del complejo monclovita, hacía su aparición la portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero para contar la versión del Gobierno de la reunión Sánchez-Ayuso.

Montero, en realidad, acudió con el propósito de contrarrestar la comparecencia de la presidenta madrileña y sus mensajes a favor de la unidad de España y en contra de los separatistas. “Los intereses de España y de Sánchez son distintos”, afirmó Ayuso. “Queremos lo mejor para Cataluña, no la humillación para toda España. Lo que está pasando y va a pasar en Cataluña es inaceptable para cualquier español”, señaló. “Mi Gobierno estará aquí para cada español que necesite amparo, oportunidades, respeto y libertad”, concluyó.

Unos mensajes que no gustaron nada en Moncloa y que Montero quiso contrarrestar con una lista interminable de aportaciones económicas que el Gobierno central destinó a la CAM en 2020 y gracias a las cuales pudo reducir significativamente el déficit público. Todo eso para destacar la lealtad institucional del Gobierno central frente a la deslealtad de Ayuso, que se atreve a bajar impuestos al tiempo que exige fondos al Estado. Oiga, ¿y por qué no baja usted también los impuestos y, sobre todo, reduce el gasto público?

La comparecencia de Ayuso ha puesto muy nervioso a Sánchez, al que los últimos sondeos colocan fuera de Moncloa. Incluso la reforma de la ley de Telemadrid sirvió para atacar a la presidenta madrileña por no aprobarla con el consenso de la oposición. Menos mal que lo dice la portavoz del Ejecutivo que más acuerdos ha firmado con PP y Vox en el Congreso y que nada tuvo que ver con el nombramiento de Rosa María Mateo al frente de RTVE y que el TC ha declarado inconstitucional.

Así las cosas, y como era de esperar, Díaz Ayuso no logró arrancar ningún compromiso del presidente Sánchez. Tampoco para impulsar la educación en Madrid ni para poner en marcha las ayudas a la maternidad -ayudas muy escasas, por cierto-, la medida estrella de Ayuso para los próximos dos años.