FAES, el "think tank" del PP que preside José María Aznar, ha publicado un extenso editorial en el que apoya el Plan de Calidad Institucional presentado por el actual presidente popular Alberto Núñez Feijóo con sesenta medidas comprometidas para los 100 primeros días de su gobierno.
Estos son algunos de sus textos:
“Desde su investidura, el Gobierno presidido por Pedro Sánchez ha hecho un uso partidista y sectario de las instituciones. Incapaz de distinguir Estado y Gobierno, apenas quedan parcelas indemnes a su voracidad de poder; el interés nacional y la salud del Estado de derecho han sido los principales damnificados de una forma de entender el gobierno que percibe los límites constitucionales como obstáculos enojosos”.
“El abuso rutinario del decreto-ley; el intento de colonización de instituciones como el Consejo General del Poder Judicial; el desembarco de afines y militantes en otras: Fiscalía General del Estado, CIS, distintas sociedades públicas; la inconstitucionalidad de las situaciones de emergencia decretadas; el silenciamiento del Congreso y la perversión de su actividad y función… Solo habíamos visto el principio: luego ha venido la derogación de la sedición a petición de los sediciosos; la reforma de la malversación a medida de los corruptos; el amago –abortado por el Tribunal Constitucional– de reforma ‘exprés’ de leyes orgánicas como la del propio TC o la del Consejo General del Poder Judicial, para fabricar mayorías dóciles; la incuria exhibida cuando el activismo inane suplanta a la pericia técnica… Todas ellas, pruebas de cargo abrumadoras: no existen límites al deterioro institucional que este Gobierno está dispuesto a provocar como retribución por los anclajes que le amarran al poder”.
“Acierta Alberto Núñez Feijóo al presentar un Plan que tiene por objetivo el refuerzo de la independencia, imparcialidad y neutralidad de todas las instituciones y organismos de la Administración Pública, con el propósito de garantizar el cumplimiento objetivo de su servicio a los intereses generales. Es decir, un Plan que busca la mejor garantía de cumplimiento de lo preceptuado en el art. 103-1 de la Constitución”.
El editorial termina con una advertencia al actual presidente del PP: “El compromiso que el presidente del PP ha querido rubricar bajo las bóvedas que ampararon el nacimiento del régimen constitucional alberga un potencial político de tal envergadura que hace inconcebible su frustración dolosa o negligente
“Razón de más para que el principal partido de la oposición defienda su derecho. Todo su derecho: sin dejarse intimidar, ocupando por completo el terreno que le corresponde. Pero solo su derecho: guardándose bien de cualquier contagio fanático y ahorrándose reaccionar a cada provocación. Hay que informar, ya que se desinforma; explicar, porque se embrolla; recordar e insistir cuantas veces sea necesario, dado que el Gobierno fía su éxito al olvido ciudadano”.
“Acierta también el PP en el diagnóstico de nuestra principal patología política. El documento señala con precisión el protagonismo otorgado a secesionistas y populistas que, junto con la ‘expansión desordenada e insaciable del poder ejecutivo’, explican la ‘desconstitucionalización del Estado’, reflejada en el deterioro evidente de cada uno de sus poderes: Legislativo (abuso del Real Decreto Ley, desprecio al procedimiento legislativo, empleo sectario de la Mesa del Congreso); Judicial (politización del Consejo de la Magistratura, Tribunal Constitucional, Fiscalía); y Ejecutivo (colonización de instituciones del sector público: CIS, CNI, CNMV, CNMC, INE, INDRA, RTVE). Se está ante una auténtica deriva “iliberal” y el PP cumple con su deber al denunciarla aquí y en Europa”.
“No se puede pasar por alto un párrafo (del discurso de Núñez Feijoo) referido a otra actitud que tampoco abunda, la de asumir errores y proponerse rectificarlos en el futuro: ‘Asumimos la responsabilidad de liderar esa recuperación sin huir de la autocrítica. En el pasado reciente, hubo mayorías que pospusieron reformas clave, impelidos por problemas más acuciantes. No volverá a ocurrir si los españoles nos otorgan su confianza mayoritaria’”.
Esto último cabe interpretarse como un apoyo a la autocrítica que hizo Núñez Feijóo del PP de Mariano Rajoy…, que “pospuso reformas clave”.
No obstante, el editorial termina con una advertencia al actual presidente del PP: “El compromiso que el presidente del PP ha querido rubricar bajo las bóvedas que ampararon el nacimiento del régimen constitucional alberga un potencial político de tal envergadura que hace inconcebible su frustración dolosa o negligente. Corresponde a Alberto Núñez Feijóo, en igual medida, la responsabilidad de asumir reto semejante y el mérito de que en España empiece a vislumbrarse, por fin, una política con mayúsculas, a la altura de los desafíos que enfrenta la nación”.