Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, ha declarado hoy ante el titular del juzgado de instrucción número 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, para responder sobre cuatro presuntos delitos que este le imputa: corrupción en negocios y tráfico de influencias, apropiación indebida e intrusismo laboral.

Gómez por fin ha respondido a algo, aunque sólo a preguntas de su abogado, el exministro Antonio Camacho.

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En relación al presunto delito de apropiación indebida del software de la Universidad Complutense (que desarrollaron Indra, Google y Telefónica para el máster que codirigía), Gómez ha negado haberse apropiado de la marca de la cátedra y ha descargado la responsabilidad en los dirigentes de la propia institución, ya que ella se limitó a hacer lo que estos le decían: "Firmé lo que me dijo la Universidad". Además, según El Mundo, Gómez ha negado ánimo de lucro con el citado software.  

ABC añade que la mujer de Sánchez ha explicado al juez que la cátedra se creó por su «profesionalidad» y nunca hubo afán de lucro. 

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Vozpopuli apunta que la investigada ha afirmado que el nombre de 'Transformación Social Competitiva' fue propuesto por ella misma.

En cuanto a su contratación en IE-Africa Center, Gómez ha subrayado que Juan José Güemes la contactó en 2017, «cuando su marido no era presidente». Respecto a las cartas de recomendación que firmó para diferentes empresas, Gómez las ha descrito como «modelos tipo» y ha añadido que «nunca tuve información sobre los procesos de licitación» y que ella desconoce los procesos de contratación pública: «No tengo ni idea, ni idea, cuando se ha incorporado en la causa es cuando he tenido conocimiento», informa OK Diario

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