Para beneficiara a los presos del Procés, Pedro Sánchez diluyó varios delitos en una macedonia medio jurídico medio mediática -esta segunda parte interesaba más que la jurídica- para diluir los delitos de rebelión, sedición y malversación, que vienen a ser todos uno, al menos en el caso catalán.
Fíjense que, en mi opinión, lo grave de los indepes catalanes viene, más que por la fugacísima declaración unilateral de independencia, por el aparatoso y un poco estúpido referéndum del 1-O. En cualquier caso, el juez Marchena les condenó por esto, no por aquello.
Ahora dice Europa que de eso nada, que un país que se precie a sí mismo, y Europa aspira a ser una nación, o al menos un Estado desde el que mangonear todo el continente, no puede dejar sin castigo a quien atenta contra esa misma nación o mismo país, o mismo Estado. Por tanto, abronca Sánchez y le pide que endurezca las leyes sobre rebelión, sedición y malversación... que viene a ser lo mismo en el caso -y caos- catalán.
Suprimimos y rebajamos delitos para equipararnos a Europa, decían.
— Hugo Manchón (@hugomanchon) May 3, 2023
Pues toma esto, Pedro Sánchez: pic.twitter.com/KLrs87Ko5G
Sánchez retrasará la cuestión todo lo posible porque necesita a ERC y a Bildu para mantenerse en el poder y el bien de España al señor Sánchez le importa un comino, pero permanecer en Moncloa más tiempo sí que le importa.
Ahora bien, para mí lo más significativo no es la desautorización de Europa al europeísta Sánchez -aunque les aseguro que no sufriré mucho por ello- sino el porqué de la reacción europea, porque demuestra que Europa atraviesa la misma crisis moral que España, incluso mayor... pero no tiene instintos suicidas. Sabe que Europa nunca será un Estado serio si tolera que parte de Europa se separe en cuanto consiga un 51% de votos separatistas. Entre otras cosas por lo que siempre sucede con los referendos separatistas: que el sí a la escisión puede ser permanente y el no... permanentemente repetible.
Todo esto demuestra que el señor Pedro Sánchez es, como todos los ególatras, un pelín suicida. O a lo mejor es que Europa también es ultra y antidemocrática. Todo es posible en el enloquecido argumentario monclovita.