Tras la citación de ayer del juez Juan Carlos Peinado a Begoña Gómez para declarar como investigada el próximo 5 de julio por los presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, se han disparado las reacciones contra el magistrado en particular.

La primera, la de su propio esposo, Pedro Sánchez, que ha arremetido de esta guisa contra el magistrado en una nueva y cursi epístola: "Esta decisión se anuncia solo cinco días antes de que se celebren elecciones al Parlamento Europeo, lo cual resulta extraño. Habitualmente se ha seguido la regla no escrita de no dictar resoluciones susceptibles de condicionar el desarrollo normal de una campaña electoral y, por tanto, el voto de los ciudadanos. En este caso, resulta evidente que esta práctica no se ha respetado. Dejo al lector extraer sus propias conclusiones". 

Exacto, presidente, saquemos nuestras propias conclusiones: estás acusando al juez Peinado de querer interferir en las elecciones europeas. Lo que equivale prácticamente a acusarlo de prevaricar. 

Por supuesto, todo el Ejecutivo socialista se ha apresurado a repetir como loros la argumentación de su jefe, no vaya a ser que, como en la anterior ocasión, se enfade con quienes no han defendido a su esposa suficientemente. Y por ello ayer, en la rueda de prensa tras el Consejo de ministros, el mantra utilizado por estos fue el de "extrañeza y tranquilidad". 

Pero también ha habido reacciones de la prensa 'afín', como la de El País, en cuyo editorial se alineaba a la tesis de Sánchez: "Anunciar en plena campaña la citación a Begoña Gómez rompe la costumbre de los tribunales de intentar no interferir en las elecciones". 

Ante estas reacciones, ABC destacaba hoy que los jueces de la Asociación Francisco de Vitoria y del Foro Judicial Independiente han defendido a su colega Peinado y le han replicado a Sánchez que los tiempos de la justicia no los marca la política --y mucho menos los políticos--, al mismo tiempo que defienden la separación de poderes frente a las insinuaciones de que el juez del caso Begoña interfiere en la campaña electoral. 

En su auto de ayer, el juez Peinado califica el informe previo que le fue entregado por la UCO de la Guardia Civil el pasado 14 de mayo como "avance preliminar", de lo que se puede deducir que el informe puede ser ampliado y/o corregido todavía. Como se recordará, El País filtró tendenciosamente el informe de la benemérita destacando que en él se exoneraba a la esposa del presidente de haber cometido ningún delito, lo que ha sido utilizado por el Ejecutivo como otro mantra al que agarrarse. Pero las palabras del juez parecen aclararlo. 

Por otra parte, en su auto de ayer el magistrado también explica la urgencia de llamar a Gómez en la necesidad de "una instrucción lo más ágil posible, tal y como preconiza el vigente artículo 324 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal", lo que "hace que resulte aconsejable, ponderando lo anteriormente expuesto, la citación de la investigada Begoña Gómez...". 

A todo esto, prosigue el goteo de informaciones sobre el 'caso Begoña Gómez'. Por ejemplo, que el PP de Madrid llamará al rector de la Universidad Complutense (UCM), Joaquín Goyache, a una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid para que esclarezca "presuntas irregularidades en el funcionamiento de los programas de cátedras y postgrados de la Universidad Complutense de Madrid, así como otros posibles casos relacionados con el presunto trato de favor a empresas que financiaban estos programas en algunas universidades públicas de Madrid y sus centros adscritos”. Entre esas irregularidades figura el registro a nombre de Begoña Gómez de un software de sostenibilidad que originalmente pertenecía a la Universidad Complutense y que la esposa del presidente supuestamente registró a su nombre en la Oficina de Patentes (presunto delito de apropiación indebida).  

Mientras que Voz Populi asegura hoy que la Fundación TSC (Transformación Social Competitiva), todavía no inscrita oficialmente en el registro de Fundaciones del Ministerio de Justicia, tiene el mismo nombre que la empresa de Begoña Gómez -Transforma TSC- y que la cátedra que ésta dirige en la Universidad Complutense (Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense de Madrid). Según la información de este medio, esa Fundación TSC se ofrece a las empresas para gestionar "recursos financieros otorgados por la UE y el Gobierno de España para el nuevo paradigma económico". 

Por cierto que la empresa de Begoña Gómez (Transforma TSC) ofrece el software propiedad de la Universidad Complutense, cuya marca también ha registrado la mujer del presidente del Gobierno a su nombre, recuerda el mismo medio.