Como se recordará, el pasado 16 de abril, el juez Juan Carlos Peinado -titular del Juzgado de Primera Instancia número 41 de Madrid- abrió diligencias sobre las actividades comerciales y profesionales de la esposa del presidente del Gobierno Begoña Gómez por los presuntos delitos de tráfico de influencias (artículo 429 del Código Penal) y corrupción privada en los negocios (artículo 286 bis del Código Penal), como consecuencia de una denuncia interpuesta por el sindicato Manos Limpias, presidido por el abogado Miguel Bernad.
Hoy se ha conocido que el juez Peinado, lejos de arrugarse ante este caso de tanta trascendencia para la política española -y cuya judicialización motivó el paripé de cinco días de Pedro Sánchez diciendo que se retiraba para valorar si dimitía o no, y cuyo resultado todos conocemos- encargó la semana pasada a la UCO (Unidad Central Operativa) de la Guardia Civil -unidad especializada en anticorrupción- que se haga cargo de la investigación del caso 'Begoña Gómez’.
En esta decisión del juez, al parecer, ha tenido mucho que ver que es también la UCO la que se encarga de investigar el 'caso Koldo' (el caso de corrupción política en torno a Koldo García -un asesor político español, chófer y asistente personal del político socialista José Luis Ábalos- investigado junto a otras seis personas por formar parte de una presunta «organización criminal», formada para lucrarse con nueve contratos públicos de compra de mascarillas, valorados en 54 millones de euros).
Además, el juez Peinado también ha decidido citar como testigos a los periodistas autores de las informaciones sobre Begoña López utilizadas por Manos Limpias en su querella. Lo harán el próximo 17 de mayo.
Como se recodará, el 'caso Begoña Gómez' se destapó como una derivada del 'caso Koldo' y, según algunas de esas informaciones, el presidente del Gobierno podría haber incurrido presuntamente en un conflicto de intereses al no haberse inhibido en el Consejo de Ministros que aprobó (noviembre de 2020) el rescate de Air Europa (615 millones), con cuyo holding (Globalia, su CEO era Javier Hidalgo) su mujer se relacionó económica y profesionalmente en torno a esas mismas fechas. Por ejemplo, patrocinando eventos de Gómez antes de que el Gobierno salvara Air Europa, firmando un convenio de colaboración con el IE Africa Center que dirigía Gómez o costeando un acto de la mujer de Sánchez en Londres semanas antes del rescate de la compañía con fondos públicos.
Además, la querella de Manos Limpias que llegó al juez Peinado también recogía informaciones sobre la relación de la mujer de Sánchez con el empresario Víctor de Aldama, que también está siendo investigado como comisionista en el caso Koldo…
Por cierto que otras informaciones destacan que el juez Peinado y su familia están siendo sometidos a una campaña de acoso desde que tomase la decisión de judicializar el caso Begoña Gómez. Todo muy democrático…