Caso Koldo. El Gobierno de Ayuso ya denunció en 2022 la presunta trama: "Un portero de prostíbulo que luego es asesor de un ministro y luego en Renfe. Lo normal, el paso habitual"

Como hemos dicho esta misma mañana en Hispanidad: En buena compañía: de Tito Berni a Koldo García. Y si no, vean el siguiente vídeo. 

El tema es grave, y la caradura e impunidad del Gobierno, aún lo es más. La Guardia Civil ha detenido a Koldo García Izaguirre, que fue asesor del exministro José Luis Ábalos al frente de la cartera de Transportes, por un caso de presunta corrupción en la compra de mascarillas durante la pandemia de Covid-19. 

Los ministros sanchistas han mostrado su "absoluto respeto" a la justicia, Ábalos ha asegurado no saber nada y estar perplejo y Sánchez ha cargado contra Ayuso, pero nadie condena el caso ni asume responsabilidades. Recordemos, el PSOE es el partido más corrupto de España, así como el que obra con mayor impunidad. 

Lo ocurrido lo ha resumido la Presidenta de la Comunidad de Madrid en la Asamblea de este jueves: "Un portero de prostíbulo que luego es asesor de un ministro y que luego es asesor en Renfe. Lo normal, el paso habitual, como el Tito Berni o como las saunas".

Pero lo curioso de este asunto es que fue el propio Gobierno de la Comunidad el que denunció el caso en 2022.

Ayuso se cansó de la utilización que Pedro Sánchez hace del Fiscal General del Estado, con la socialista Dolores Delgado a la cabeza por aquel entonces. La Presidenta regional decidió pagar con la misma moneda, y llevó a la Fiscalía 12 contratos del Gobierno de Sánchez adjudicados durante la pandemia.

Los contratos denunciados ascendían a 326 millones de euros y fueron concedidos a “siete empresas relacionadas con el Presidente, el exministro de Sanidad Salvador Illa o la vicepresidente Nadia Calviño” y el exministro Ábalos, apuntaba Ayuso.

Parece que no iban mal los de Ayuso, ¿con Calviño e Illa pasará lo mismo?

Y en medio de esta trama de corrupción que, una vez más, salpica a los socialistas, El Debate desvela las cifras que Playbol, la fábrica del padre de Pedro Sánchez, ha declarado ante Hacienda, y que ha disparado su facturación hasta los 4,3 millones de euros, tras el cobro de varias ayudas públicas que fueron otorgadas por los ministerios de Economía e Industria.