Decíamos esta mañana que el balance de cinco años de economía sanchista, dirigida por Nadia Calviño, nueva presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), se resume en una sola cifra: desde que Sánchez y su equipo están en el poder (1 de junio de 2018) la deuda pública española ha crecido en más de 300.000 millones de euros y el saldo vivo ha superado ya los dos billones de euros.
Por lo que es fácil concluir que Calviño no es que se vaya, sino que ha huido... antes de tener que afrontar esa desorbitada deuda pública que ella misma ha generado y que seguramente exigirá un duro ajuste. Vamos, que el que venga detrás, que arree…
Esta mañana, en varias entrevistas, Calviño aseguraba que "es la primera vez que nuestro país va a estar a la cabeza de una institución europea tan importante". Hombre, España no, sólo Nadia Calviño.
Se refería, claro, al BEI. Pero conviene matizar estas declaraciones eufóricas y también sesgadas por parte de la vicepresidenta, porque el BEI es tan sólo un banco que da créditos, no es un fondo, y encima en ese banco mandan sus propietarios, los que má aportan, sobre todo alemanes y franceses. Así que si alguien tenía alguna esperanza de que desde ese puesto pudiera beneficiar a España, que la vaya abandonando porque Berlín y París mirarán por sus intereses...
Tampoco conviene olvidar los casos digamos 'poco estéticos y poco éticos' en los que se ha visto envuelta la vicepresidenta, casos que en este momento han sido obviados por gran parte de los medios de comunicación.
Por ejemplo: que Calviño decidía a quién iban los fondos europeos y su marido asesoraba a las empresas aspirantes... Ignacio Manrique de Lara es el director de marketing de Beedigital (antigua Páginas Amarillas), empresa que se ofrecía para canalizar los 3.000 millones de la UE para la digitalización de pymes y autónomos, fondos que dependen directamente de su esposa Nadia.
Además, la vicepresidenta económica constituyó dos sociedades en Bélgica que, aunque supuestamente legales, le ayudarían a beneficiarse fiscalmente. Y eso, mientras Sánchez dijo en 2015 que echaría a quien actuase así…
Tampoco sucedió nada cuando Nadia calviño fue acusada de interceder para que su esposo fuera nombrado director de Marketing de Patrimonio Nacional.
En el colmo del cinismo, también esta mañana, al ser preguntada en Onda Cero por la amnistía a los delincuentes del ‘procés’, ha señalado que ha reflexionado "mucho" sobre el tema y que "lo que uno pueda sentir, lo que a uno le pide el cuerpo, a lo mejor no se corresponde con lo que es mejor para el país”. Y claro, resulta que, según Calviño, "Hay que hacer cosas que a uno no le apetecen cuando está en un cargo de responsabilidad”.