Consejo de Ministros del martes 18 de enero. A escena, la ministra portavoz, Isabel Rodriguez, y la titular de Transportes, Raquel Sánchez.
El estilo Rodríguez está alcanzando cotas jamás contempladas de manoseo propagandístico, ligeramente seboso. Ojo al dato: "cada consejo de ministros, este Gobierno tiene el compromiso de traer iniciativas que mejoren la vida de la gente, que dignifiquen su desarrollo".
Y tras la propaganda que confunde sentimientos con hechos y deseos con realidades y buenas intenciones con éxitos, el embuste puro y duro: "España crece y crea empleo: es un hecho incontestable". Eso es: creamos empleo, y sin embargo, seguimos a la cabeza del paro en Europa. Crecemos y, sin embargo, aún no hemos recuperado el crecimiento de 2020 mientras el lunes otro organismo, la AIREF volvía a rebajar el crecimiento previsto por el Ejecutivo.
Esto es el sanchismo.
Ha sido el Consejo de la vivienda, y por eso estaba allí la ministra del ramo, la catalana Raquel Sánchez.
Paquete de vivienda. Tres medidas aprobadas:
1.Plan estatal de viviendas 2022-2025. Hecho de cara al alquiler, no a la propiedad. Dotación: 1.700 millones de euros. Sobre todo, para rehabilitación. Con fondos europeos.
2.Bono de alquiler para menores de 35 años. 250 euros al mes por un plazo de dos años. Y también para alquileres de una sola habitación. 70.000 posibles beneficiarios.
3.Anteproyecto de ley de calidad de la arquitectura.
La ley por el derecho a la vivienda se queda a la espera del nuevo informe del CGPJ.
Y esa ley será la que te obligue a alquilar aunque no quieras y, a lo mejor, al precio que te marque la autoridad.
En cualquier caso, el bono joven es un error, porque todas las subvenciones son un error. Al socialismo le encantan las subvenciones, al comunismo podemita también pero sobre todo lo que le gusta es fastidiar.
El bono joven es socialista y como toda subvención más que ayudar al menesteroso conseguirá que suban los precios del alquiler. Más que ayudar al explotado fortalece al explotador. Como siempre ocurre con las subvenciones.
¿Cuál es la solución para lograr vivienda asequible? Pues una de carácter publico, aumentar el parque de viviendas protegidas, también de precio limitado y otra, público-privada, multiplicar las infraestructuras. Es decir, que el Gobierno deje de ayudar al alquiler y que cada cual pueda construir su hogar donde le venga en gana, comprometiéndose el Estado a llevar hasta allí las infraestructuras necesarias para la vida: agua, luz, etc.
Pero nada de esto tiene que ver con la política socio-podemita sobre vivienda.