Consejo de Ministros del martes 28 de noviembre. Hemos pasado de la sonrisa eléctrica de Isabel Rodríguez a la sonrisa congelada de Pilar Alegría, que reclama, una y otra vez, mesura, al tiempo que arrea sonoras bofetadas a los dirigentes del Partido Popular y a la ultraderecha de Vox, aquí sin citar nombres, pero la tónica no ha cambiado.
Álvaro García Ortiz, siempre al servicio del Gobierno: renovado en el cargo a pesar de su sectarismo. El problema de este Gobierno es que no cabe entenderse con él, sólo pelear
No han faltado la preguntas pagadas sobre la violencia machista ni, esta parte sí que ha resultado jocosa, otra pregunta pagada sobre pederastia clerical. Una pregunta pagada es aquella que se formula, no para descubrir nada, sino para que el interpelado pueda lucirse con la respuesta.
Digo jocosa porque el periodista de El País, atención, a eso de las 13,00 horas, le pedía al gobierno una reflexión sobre la visita de los obispos españoles al Papa Francisco, donde "estará sobre la mesa" la pederastia clerical y el informe del Defensor del Pueblo, ilustrísimo don Ángel Gabilondo.
Y todo esto, ojo, menos de una semana después de que se conociera que El País, en un inigualable ejercicio periodístico, había aceptado denuncias falsas, totalmente inventadas, que el diario, en su cruzada rabiosa contra la Iglesia, ni se preocupó en contrastar, falsedades que pasó al defensor del pueblo, que tampoco se preocupó en contrastar, que luego se han mostrado totalmente inventadas por unos cachondos... pero que han servido para convertir 400 casos presuntamente reales en 440.000 abusos sexuales perpetrados por sacerdotes, según la portada de El País y según el informe de mosén Gabilondo. Así, con dos narices.
Pues bien, en lugar de esconderse debajo de la mesa, El País le pide a Pilar Alegría, ministra de Educación y Portavoz del Gobierno, una valoración y ésta, naturalmente, asegura que la Iglesia haría bien en tomarse en serio un informe tan "concluyente" (sic), como el de Gabilondo.
Hete aquí que, aproximadamente una hora después, no más, en rueda de prensa desde Roma, el presidente de la Conferencia Episcopal, Cardenal Juan José Omella y el secretario general de la Conferencia, obispo César García Magán, comunicaban desde Roma que el Papa Francisco no les había dicho una palabra sobre el informe de Gabilondo-PRISA, ni una sola alusión a la gran exageración de la pederastia clerical española. Hablaron de los seminarios españoles, que para eso habían sido convocados y, por cierto, interesante sería saber qué les dijo sobre este tema. Pero de pederastia clerical, nada de nada.
Es igual, este gobierno, y algunos medios informativos, vergüenza de la profesión, que encima imparten lecciones de deontología, practican lo del 'sostenella y no enmendalla' y aún aquel otro: calumnia que algo queda.
La ciencia de financiación pública, un fracaso. ¿Cuál es el país con más patentes en ciencia y tecnología? Estados Unidos... donde son las empresas las que financian la investigación
Otra decisión del Consejo de Ministros: renovar y refrendar al impresentable fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, el segundo brazo armado jurídico... después del inefable presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, que ese es inigualable e insustituible. No importa que la inmensa mayoría de los fiscales hayan reprobado el servilismo de García Ortiz, sumido ante los intereses políticos de Sánchez, y que el Supremo haya revocado decisiones suyas en favor de Lola Delgado, su antecesor en el cargo y ex ministra de Justicia. El Gobierno que no deja de insultar al PP por la no renovación del CGPJ, renueva, reafirma y respalda al más que controvertido García Ortiz. Porque sí, porque la impunidad es la norma de la casa.
Medidas de Gobierno... más subvenciones. Sale a escena Diana Morant, quien, en contra de lo que aseguran tantos malvados, no es venusiana sino levantina. La titular de Ciencia cuenta una historia preciosísima, sobre la "etapa oscura" -palabra que no exagero, fue exactamente eso lo que dijo- que la ciencia atravesó con el Partido Popular y el universo radiante de esa misma ciencia bajo el mandato de Pedro Sánchez Pérez-Castejón.
Por resumir: la política científica del PSOE consiste, antes que nada, en la financiación pública y como tal es un fracaso.
Verán, ¿cuál es el país con más patentes en ciencia y tecnología? Estados Unidos... donde son las empresas las que financian la investigación, no el erario público. Y su inversión, de su propio bolsillo, en universidades, en ciencia y en tecnología lo consideran una inversión, no un gasto, y miden los resultados de esa inversión, no por el número de investigaciones financiadas sino por el número patentes conseguidas.
Por contra, la ministra Morant presume de que nunca había tenido la ciencia tanto presupuesto. Y es cierto: el Sanchismo está creando un ejército de burócratas de la ciencia y un segundo ejército de burócratas que vigilan a los burócratas científicos para que no se gasten el dinero en lo que no deben. Cuanto más presupuesto, más dinero perdido.
La ministra Morant presume de que nunca había tenido la ciencia tanto presupuestos. Y es cierto: está creando un ejército de burócratas de la ciencia y un segundo ejército de burócratas que vigilan que los burócratas científicos no se gasten el dinero en lo que no deben. La empresa, sin embargo, mide la investigación según las patentes conseguidas
Carreteras. Si hay algo que Pedro Sánchez ha descuidado durante sus cinco años y medio en Moncloa (se cumplen el próximo vienes) es la conservación de carreteras. Y así, según costumbre, cuando el fracaso empieza a hacerse visible y sufrible, en forma de baches, el Gobierno lanza, como todo un éxito, el aumento de la inversión en carreteras. Entre otras cosas porque en breve se impondrá en Europa el pago por uso, y entonces el PSOE, además de desdecirse de nuevo (no es una mentira, es un cambio de opinión; además, la mentira es un concepto religioso, o sea prescindible) tendrá que sacar a concurso el arreglo de las carreteras. En definitiva, que no sólo no habrá estatalizado las autopistas de peaje para dárselas "al pueblo" sino que, encima, tendremos que pagar todos, no ya las autopistas de peaje, sino todas las autovía de España.
Mejoramos por momentos.