Consejo de Ministros del martes 3 de mayo. Isabel Rodríguez, ministra portavoz, sale a escena con su mejor sonrisa. Al mal tiempo... 

Y lo hace muy bien. Las escasas preguntas que permite doña Isabel, todas a periodistas de su cuerda (o estrambóticos, con los que se consigue el mismo efecto) y una sola a un crítico, para que no se note, han estado dirigidas, el mediodía del martes 3, al espionaje sufrido por los móviles de Pedro Sánchez y de Margarita Robles.

Y ahí tienen el talento de doña Isabel: no respondió nada, en una hora de bombardeo periodístico, no aportó un solo dato sobre el hackeo. Bueno sí, dijo dos cosas:

1.Que Núñez Feijóo no es un estadista porque el Gobierno le informó sobre el espionaje y él "frivolizó" el asunto. 

2.Que el Gobierno no sabe quién ha sido pero es víctima, no verdugo... y, sobe todo, actúa con la máxima trasparencia. Como la trasparencia de Isabel Rodríguez.  

Todo ello enmarcado en la única política que le queda a Pedro Sánchez: aguantar y aguantar, a cualquier precio, a cambio de lo que sea, hasta finales de 2023, hasta que el 1 de julio de ese año se convierta en el presidente de turno de la Unión Europea y pueda hacer campaña electoral como europeo del año. 

Trasparencia máxima del Gobierno: puso la Kitchen a disposición de los tribunales... a lo mejor es porque era un caso del PP

Sánchez aguantará aunque no pueda aprobar ni un decreto por falta de apoyo parlamentario, aunque se hunda la economía, aunque no salga el sol, aunque esté mano sobre mano en Moncloa, dejando pasar el tiempo pero en posesión de la corona presidencial.

Eso sí, el Gobierno ha aprobado la "Estrategia española para la discapacidad 2022-2030": afronta la perspectiva de género en la discapacidad, así como la emergencia climática y el reto demográfico. No es lo mismo, cuidar de los minusválidos con perspectiva de género o sin ella, con emergencia climática o sin ella. No es lo mismo.

Y la guinda de la tarta: no se lo pierdan, Rodríguez anuncia nuevas medidas sobre ciberseguridad. Y esto es bello e instructivo, porque Rodríguez nos vende que, según La Unión Internacional de Telecomunicaciones, España ocupa el cuarto lugar del mundo en ciberseguridad. Y a pesar de ello, han hackeado el móvil del presidente de ese país y el de la ministra de Defensa. 

En cualquier caso, seguimos do solíamos. El sanchismo consiste en no decir lo que haces pero sí pregonar los mecanismos que has puesto en marcha... para no hacer nada. Trabajar, trabajan poco, pero no dejan de moverse. 

Y de adular a los demás para adularse a sí mismo: Rodríguez aseguró que los más de 3.000 profesionales del CNI son buenísimos y trabajan cantidad. Desgraciadamente, tienen un pirata en el teléfono del presidente, con un software del que ellos mismos son clientes. 

¿Y si aún así nada funciona? Pues mal de muchos, consuelo de tontos: "Ya les he dicho que han sido 14, los países afectados".

Sánchez aguantará en Moncloa aunque no pueda aprobar ni un decreto por falta de apoyo parlamentario, aunque se hunda la economía, aunque no salga el sol...

En cualquier caso, como muestra de trasparencia máxima del Gobierno, su portavoz nos explica que nada más llegar a La Moncloa, Sánchez puso a disposición de los tribunales toda la información sobre el caso Kitchen. Exacto, sobre un caso que afecta al PP. Pedro Sánchez colabora con la justicia como un buen ciudadano.