Aseguran algunos que muerte del exRey Constantino de Grecia, hermano de la Reina Sofía, podría volver a unir al matrimonio Borbón-Grecia. No parece decir eso la corte oculta que Juan Carlos I mantiene en Madrid desde Abu Dabi pero lo cierto es que el rey Constantino de Grecia ha muerto en su patria, allí residía y allí será enterrado. Por el contrario, Juan Carlos I puede morir en Abu Dabi, en el exilio forzoso, que no voluntario, cuando nadie le ha condenado por nada y tras una campaña de acoso, liderada por el propio Gobierno de la nación y alentada por la cobardía de su hijo Felipe, más intensa que la que haya sufrido ningún rey de España... y cuando lo han sufrido se ha provocado una guerra civil.

En Zarzuela aseguran que Felipe VI cree que su padre debe regresar a España pero ahora quien se niega a ello es Sánchez. Por lo menos, hasta las elecciones

Y es que el exilio de Juan Carlos I es obra, a pachas, de Pedro Sánchez y el socio-comunismo que gobierna España e, insisto a partes iguales, del propio hijo del Rey actual monarca, Felipe VI, quien, por el momento, pasará a la historia como el rey cobarde.

En  todo caso, Constantino de Grecia ha muerto en Grecia y allí será enterrado, Juan Carlos I puede morir en Abu Dabi.

La muerte de su hermano no ha acercado a Doña Sofía a Juan Carlos I, a quien no ha visitado en más de dos años de exilio. Lo que sí han hecho sus hijas, Elena y Cristina

Vivimos un verdadero secuestro del Rey, en el que Moncloa amenaza a Zarzuela: si Juan Carlos I vuelve, el PSOE girará hacia la III República. Y es que Felipe VI cedió ante Pedro Sánchez cuando no debía y ahora no puede recuperar la Jefatura del Estado. De hecho, no la ejerce. El ególatra Pedro Sánchez es presidente del Gobierno y jefe de Estado, todo a un tiempo.

En Zarzuela la situación es tragicómica: aseguran que Felipe VI cree que su padre debe regresar a España pero ahora quien se niega a ello es Sánchez. Por lo menos, hasta las elecciones porque el presidente del Gobierno sólo entiende de cómo mantenerse en el sillón de mando y con el cetro en la mano, y sabe que el regreso de Juan Carlos I antes de las trascendentales elecciones de este año no presagia nada bueno para él: podría decidir las elecciones a favor del melifluo Feijóo.

Que Juan Carlos I no muera en el exilio se ha convertido en la asignatura pendiente de la milenaria monarquía española y en el gran chantaje del presidente del Gobierno a Felipe VI, con quien ya no despacha en Zarzuela

Por cierto, la muerte de su hermano no ha acercado a Doña Sofía a Juan Carlos I, a quien no ha visitado en más de dos años de exilio. Lo que sí han hecho sus hijas, Elena y Cristina.

Que Juan Carlos I no muera en el exilio se ha convertido en la asignatura pendiente de la milenaria monarquía española y, al mismo tiempo, en el gran chantaje del presidente del Gobierno a Felipe VI, con quien ya no despacha en Zarzuela.

Y del chantaje Majestad, sólo se sale enfrentándose al chantajista. ¿Un enfrentamiento entre Moncloa y Zarzuela? Sí, Majestad, con la ley en la mano. Porque resulta que la guerra ya ha sido declarada, lo que ocurre es que uno de los dos bandos no combate.