Estamos en fechas navideñas y parece que las noticias sobre la corrupción en el entorno de Pedro Sánchez se han tomado un respiro.

Pero, aÚn así, siguen apareciendo cosas.

El Tribunal Supremo solicitó al Congreso el suplicatorio para poder investigar al exministro José Luis Ábalos en el 'caso Koldo'. Y mañana viernes, la Comisión del Estatuto del Diputado se reunirá para empezar a tramitarlo, a puerta cerrada. 

Además, este jueves, el juez del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, que investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la presunta revelación de secretos acerca del novio de Ayuso, Alberto González Amador, ha citado a declarar como testigos a la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, y al fiscal de delitos económicos, Julián Salto. Ambos tendrán que acudir el 16 de enero para explicar al juez los mensajes que intercambiaron con García Ortiz el día de autos. También tendrán que declarar como testigos, el 21 de enero, los responsables de comunicación de la Fiscalía de la Comunidad de Madrid y de la Fiscalía General del Estado.

Al parecer, el magistrado del Supremo no confía tanto en García Ortiz como hace Sánchez, que en la última rueda de prensa del año -la del balance anual- reafirmó su apoyo en él: "Tras el informe de la UCO, mi confianza es incluso mayor", afirmó. Sea como fuere y mientras se acercan esas declaraciones, la investigación revela que dos miembros de la cúpula fiscal cambiaron de móvil tras el registro del despacho de García Ortiz, según El Debate.

Volviendo a  Ábalos, El Español publica hoy que el exnúmero 2 de Pedro Sánchez sostiene que el día que compró el local en Valencia el vendedor le rebajó en 20.000€ el contrato que tenía Víctor de Aldama. El exministro de Transportes asegura que desconocía la participación de Aldama en la operación y responsabiliza a Koldo de ello. 

Además, hoy La Razón cuenta que David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, se queja de que la jueza Beatriz Biedma le trata peor que "a los detenidos por delito flagrante". Pero no olvidemos el fondo de la cuestión: el hermano de Pedro Sánchez está siendo investigado por los presuntos delitos de tráfico de influencias, prevaricación, malversación y fraude fiscal, y por los que tendrá que declarar el próximo 9 de enero ante la citada jueza. 

Por su parte, hoy OK Diario informa de que Hacienda enseñó al hermano de Sánchez a tributar en Portugal en pleno «No es magia, son tus impuestos», lo que resulta altamente cachondeable. 

Libertad Digital recuerda que una docena de ministros y altos cargos del Gobierno de Sánchez se han visto salpicados por tráfico de influencias en la trama Koldo, por las revelaciones de Víctor de Aldama. Entre ellos figuran: Nadia Calviño,  Teresa Ribera, Reyes Maroto, José Luis Ábalos, Ángel Víctor Torres, María Jesús Montero, Francina Armengol, Santos Cerdán, Fernando Grande-Marlaska, Óscar López y Salvador Illa.

Precisamente sobre María Jesús Montero, según revela hoy Vozpópuli, su jefe de gabinete, Carlos Moreno, se compró una vivienda en 20 años pero sumó otras dos tras reunirse con Koldo y Aldama.