Como se recordará, en marzo del año 2022, el presidente Pedro Sánchez cambió la postura histórica del Gobierno español sobre el Sáhara: España ya no pide un referéndum de autodeterminación, en cumplimiento de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sino que acepta que el antiguo Sáhara español se convierta, tal y como desea el sátrapa Mohamed VI, en una provincia -con cierto grado de autonomía- marroquí. 

El presidente del Sahara, Brahim Gali, declaró recientemente en una entrevista que "probablemente" Marruecos tenga en su poder algún secreto “mortal” de Pedro Sánchez, conseguido a través del programa israelí espía de escucha Pegasus, lo que explicaría el giro histórico del Gobierno español en la cuestión del Sáhara. 

Lo que está claro es que, desde que Sánchez está en el poder, Marruecos no ha dejado de chantajear a España. Un ejemplo fue la crisis migratoria que provocaron las autoridades marroquíes en Ceuta en mayo de 2021, cuando permitieron que unos 8.000 migrantes irregulares invadieran Ceuta a nado. Y otro ejemplo fue cuando Sánchez le regalaba a Mohamed VI 30 millones de euros para luchar contra la inmigración. 

No es de extrañar, por tanto, que Marruecos esté 'crecido' respecto a España. Y por eso, ayer, el presidente del Senado marroquí, Enaam Mayar, declaró que tanto Ceuta como Melilla son ciudades "ocupadas" por España y anunció su futura recuperación "sin recurrir a las armas".

Al menos, la ministra de Defensa española, Margarita Robles, respondió a Marruecos con cierta claridad: "Con absoluta y total contundencia, Ceuta y Melilla son españolas. No hay más que discutir".

En este contexto, ayer, durante un mitin en Segovia de Pedro Sánchez, unos integrantes del partido Frente Obrero le espetaron al presidente del Gobierno: “Sánchez, tú deberías replantearte tu política con el Sáhara. ¿Cuánto te paga Marruecos por traicionar al Sáhara y a nuestra soberanía? ¡Traidor! ¡Vende obreros! ¡Vende patrias! ¡Hipócrita! Vuestra reforma laboral es solo maquillar datos y estadísticas”.

A Sánchez no le gustaron mucho estos reproches y detuvo su mitin, para decir: "Ya habéis hablado, ¿podemos hablar nosotros? Esa es la gran diferencia, nosotros no insultamos a nadie, compañeros y compañeras. Defendemos nuestras posiciones con respeto y con educación". 

 

Pero, quizá movido por el incidente de ayer en su mitin y tras las palabras del marroquí Enaam Mayara, hoy se ha conocido que Sánchez comparecerá previsiblemente el próximo miércoles 19 de abril en el pleno del Congreso para hablar de la relación entre España y Marruecos, entre otras cosas, como la guerra de Ucrania y su reunión con el líder chino, Xi Jinping el 31 de marzo.