La cobardía de Pedro Sánchez, duro con los españoles, débil con el extranjero, ha calado en muchas cancillerías. Vamos, que todo quisque se ha dado cuenta de lo pusilánime que resulta el señor presidente. En el momento presente, sobre todo, tras las protestas en Cuba, en que el mundo ya no espera ninguna reacción del Gobierno español. Sabe que es un Ejecutivo cobarde que siempre retrocede y jamás arriesga.
Yolanda Díaz sobre Cuba: los derechos humanos: democracia es lo que diga la ONU
Cuba, Marruecos, Venezuela. Una cobardía tras otra. La máxima de La Moncloa puede resumirse así: si me orinan digo que llueve. Cuba, Marruecos, Venezuela: todos se burlan de España.
Y así, la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, asegura que calificar a Cuba como dictadura “no es productivo”. Podía haber empleado otro término pero empleó ese: productivo. Ahora bien, si no resulta ‘productivo’ calificar a Cuba como dictadura, ¿por qué, por ejemplo, va a resultar productivo calificar al franquismo como dictadura o a Franco como dictador?
Marruecos pasa a la segunda fase: soberanía compartida en Ceuta y Melilla. Si no, os soltamos más menores marroquíes o más mayores” africanos
Lo mismo con otra vicepresidenta, Yolanda Díaz, también sobre Cuba: los derechos humanos no se relativizan. ¿Y eso qué quiere decir? ¡Ah! que es la ONU la que decide qué cosa es una democracia. Pues no, la ONU es la que no puede decidir eso porque nació para resolver pacíficamente los conflictos entre otros los países del mundo, democracias o dictaduras, mal haría si empieza a calificar a las tiranías: ningún tirano aceptaría negociar con ella.
Marruecos, ante la cobardía de Sánchez, pasa a la segunda fase: quiere soberanía compartida en Ceuta y Melilla. O sea, mando yo, Rabat, pero pagas tú, Madrid. Y si no, os soltamos más menores marroquíes o más mayores africanos.
Maduro exige la devolución de Leopoldo López, que empieza plantearse abandonar España: no se fía de Sánchez
El tirano Nicolás Maduro exige la devolución de Leopoldo López a Venezuela. López empieza a plantarse abandonar España. No se fía, no ya de que Sánchez no le entregue a los salvajes bolivarianos sino que no se fía de su propia seguridad en España. Yo tampoco me fiaría.
Si me orinan digo que llueve, Eso sí, con los ciudadanos españoles me ensaño a gusto.