El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez convocaba esta mañana de martes una rueda de prensa en Moncloa para anunciar los 10.600 millones de euros de dinero público en ayudas a los afectados por la DANA... y eso en una primera etapa. Subvenciones claro, pero sin inversión en infraestructuras. el fondo del problema. Es el estilo del Sanchismo: una economía subvencionada. Todo se soluciona con subvenciones. Que, por cierto, no tienen por qué ejecutarse. Pregunten en la isla de La Palma.

Se lo explico de otra forma. El Sanchismo ha puesto en marcha otra operación de grandes proporciones para salvar la deteriorada imagen de Pedro Sánchez, que se concreta cuando, superado por las circunstancias, en patética imagen (ver vídeo) que mostró en Paiporta, cuando abandonó al Rey y fue trasladado por sus guardaespaldas, como un muñeco roto, las palmas de las manos abiertas al vacío, hacia el vehículo que le alejó del lugar. 

 

 

 

Pero no consigue ocultar su vergonzante cobardía del domingo: "Estoy bien y no me van a desviar del objetivo". Es decir, ni la más mínima autocrítica. Para Sánchez, gobernar bien consiste en anunciar medidas, más bien subvenciones, independientemente de la eficacia de las mismas

Hoy, Sánchez ha comparecido ante los medios en su línea: anuncia subvenciones salvadoras... pero ni pide perdón ni consigue ocultar el domingo de Paiporta.

Y nuevamente reescribe la historia: los que le insultaron no eran vecinos, nooooooo, eran ultras "perfectamente organizados"

Exige respeto a los servidores y "servidoras públicos", o sea, a sí mismo. Y si alguien pone en duda su eficacia: es que es un ultra hacedor de bulos

Ni que decir tiene que el culpable de la DANA es el cambio climático y los negacionistas. En ningún caso la falta de infraestructuras de su gobierno y la obsesión verde por dejar que los ríos fluyan sin presas ni pantanos que los regulen.

Y a pesar de toda la puesta en escena, convertida ya Moncloa en un escenario a mayor gloria del presidente, como hizo en el Covid.

Alabanzas continuadas a los "medios de comunicación de referencia" para distinguirlos de los hacedores de bulos: va a por la prensa independiente y a por el periodismo ciudadano.., es decir, contra lo que no puede controlar

Pero, a pesar de ello, no consigue ocultar su vergonzante cobardía del domingo: "Estoy bien y no me van a desviar del objetivo". Es decir, ni la más mínima autocrítica. Para Sánchez, gobernar bien consiste en anunciar medidas, más bien subvenciones, independientemente de la eficacia de las mismas. 

Exige respeto a los servidores y "servidoras públicos". O sea, a sí mismo. Y si alguien pone en duda su eficacia: es que es un ultra hacedor de bulos.

Medidas a corto. El Sanchismo no habla de obra hidráulica ni se arrepiente de haber destruido presas y pantanos

Sánchez es astuto. Así, a pesar de que considera a los periodistas un lamentable mal necesario, lanzó alabanzas continuadas a los "medios de comunicación de referencia" para distinguirlos de los hacedores de bulos: va a por la prensa independiente y a por el periodismo ciudadano... es decir, contra cualquier voz que no pueda controlar.

 

 

En cualquier caso, todo medidas a corto. El Sanchismo no habla de obra hidráulica ni se arrepiente de haber destruido presas y pantanos. 

Ante la desgracia, el hombre quiere ayuda, antes que subvenciones. Pero, para ayudar, hay que ponerse en el lugar del otro. Eso es lo que no sabe hacer Sánchez y me temo que muy pocos políticos españoles

Ante la desgracia, el hombre quiere ayudar, antes que ser subvencionado. Pero, para ayudar, hay que ponerse en el lugar del otro. Eso es lo que no sabe hacer Pedro Sánchez.